Profértil ya produce el 60% de sus fertilizantes a partir de la energía eólica: ¿cómo lo logró?
A partir de un acuerdo con YPF Luz, la empresa ya provee al agro 760.000 toneladas de fertilizantes anuales elaborados con fuentes renovables.
Con inversiones en capacitación, mejoras y concientización ambiental por algo más de $20 millones, y otros u$s150 millones para obtener una mayor eficiencia energética y reducir la compra de electricidad a la red nacional y el consumo de agua y de gas, Profértil profundiza su proceso productivo orientado a incrementar la gestión responsable de los recursos naturales, en especial de los no renovables.
Se trata de una de las grandes productoras de fertilizantes del país, cuya propiedad se reparten en partes iguales la petrolera estatal YPF y el gigante canadiense de fertilizantes Nutrien Ltd.
Genera ingresos anuales cercanos a los $25.000 millones y exportaciones por más de $2.200 millones y busca cada vez más desarrollar sus actividades cuidando el medio ambiente para mejorar sus actividades.
Teniendo en cuenta además que el aire, el gas natural y el agua son sus principales materias primas para la producción de amoníaco (NH3) y dióxido de carbono (CO2), a partir de los cuales obtiene una solución de urea que, posteriormente, se granula, logrando así su producto final. Es decir, la urea granulada.
Según sus procesos productivos, por medio de la separación y concentración, obtiene una solución de urea 96% que luego, en los granuladores, se transforma en pellets (pequeñas esferas de tres milímetros de diámetro), que constituyen el producto final.
En el caso del amoníaco no utilizado en la planta de urea (producto principal de la División Industrial de Profertil) se destina a la comercialización como refrigerante y materia prima en las industrias de cosmética y de limpieza.
El proceso
El procedimiento se inicia con el agua no potable o cruda, que ingresa a su complejo productivo ubicado en el polo petroquímico de Bahía Blanca, es filtrada y desmineralizada para cumplir con los estrictos requerimientos del proceso.
De allí, una parte pasa a las calderas para su transformación en vapor y la otra se envía al sistema de enfriamiento, en donde se recircula.
En el caso del vapor, es acondicionado para cumplir con dos funciones principales: como fuerza motriz, para impulsar las turbinas de grandes máquinas, y como materia prima del sistema de reformado junto con el gas natural.
Así y por medio del calentamiento y la intervención de catalizadores, las materias primas se dividen en óxidos de carbono e hidrógeno. Posteriormente, los primeros se transforman en dióxido de carbono y se separan de la corriente gaseosa para su empleo posterior. En el caso del hidrógeno remanente se combina con el aportado por aire comprimido para producir amoníaco.
Con respecto a la disposición final de los catalizadores utilizados, Profértil implementa la recuperación y exportación luego de ser usados en el proceso productivo.
Según Daniel Pettarin, gerente General de Profértil, se trata de la primera empresa del país en promover esta práctica ambiental a partir del envío, en el 2013, a Corea, y en el 2016 también a Japón.
“Estamos trabajando en contactar potenciales empresas receptoras de catalizadores agotados, para establecer un proceso más ágil y continuo”, agrega el ejecutivo en diálogo con Economía Sustentable.
Con respecto al uso de la energía y su impacto en las emisiones, el ejecutivo asegura que la empresa implementa distintos controles y procesos “que nos permiten hacer un aprovechamiento eficiente del gas natural, tanto para la combustión como para su procesamiento y transformación en fertilizante”.
En este marco, la compañía adoptó el uso de off-gas como combustible, lo que contribuyó a reducir el consumo de la caldera auxiliar.
Además y en el marco de uno de sus proyectos que lleva a cabo en alianza con la compañía Mega, continúa con la compra del dióxido de carbono que, de otro modo, se emitiría a la atmósfera y la usa como materia prima para aumentar la producción de Urea.
Sin basura
En el caso de los residuos, que la empresa genera como consecuencia de sus procesos productivos, son monitoreados por el área de Medioambiente, Salud y Seguridad y se gestionan siguiendo un procedimiento que permite la identificación, el registro y el control desde los puntos de generación, recolección, clasificación y tratamiento o disposición final.
“Nuestro orden de prioridad es eliminar o minimizar la generación, la reutilización, el reciclado y, por último, el tratamiento y la disposición final”, explica Pettarin.
En este marco, se manifiesta “consciente” sobre la lucha contra el cambio climático por entender que “sin reposición de nutrientes, la tierra se agota y si esto pasa, la agricultura debería avanzar sobre nuevas tierras, en donde actualmente hay bosques, selvas y otros pulmones verdes”.
También admite que desde Profértil se busca una producción mucho más sustentable a través de la puesta en práctica de proyectos que optimizan el uso de los recursos naturales.
El ejecutivo hace referencia además a un proceso que se viene implementando para producir urea granulada a partir de la energía eólica, que hará que el 60% del principal fertilizante nitrogenado se obtenga con energías renovables.
El porcentaje significa que unas 760.000 toneladas de fertilizante se realizarán cada año a partir de fuentes renovables que, a su vez, ayudarán a producir aproximadamente el 50% del maíz y el trigo que el país genera.
En términos comparativos, esa producción, puesta en camiones, formaría una fila de 19.000 kilómetros, lo suficiente para unir Buenos Aires con Beijín”.
“Nuestro proyecto, que está transitando sus primeros años, repercutirá en que aproximadamente la mitad de la producción de trigo y maíz de nuestro país estará nutrida con urea proveniente de energías sustentables”, agrega el ejecutivo.
Para cumplir con este objetivo, la compañía firmó un acuerdo con YPF Luz para utilizar la energía de la filial de la petrolera estatal.
Ya durante este año, el 60% del consumo total de electricidad que requiere la planta industrial de la firma en Bahía Blanca proviene de los parques eólicos Manantiales Behr (Comodoro Rivadavia, con 100 MW de potencia instalada) y Los Teros (Azul, con 122 MW).
Esto significa que YPF Luz proveerá 185 gigawatts hora por año a Profértil, el equivalente al consumo de 52.700 hogares y, en términos de mitigación de gases de efecto invernadero, a evitar emisiones de dióxido de carbono por 100.000 toneladas.