En el planeta se reciclan en promedio 15 toneladas de acero por segundo. La naturaleza del material tiene la ventaja de poder ser reciclado indefinidamente sin perder sus cualidades físicas ni químicas. Al no alterar la resistencia, la dureza y la maleabilidad en el proceso de reciclado, su ciclo de vida es ilimitado.
Esta propiedad lo convierte en el material más eficiente en términos de sustentabilidad. Según un informe de la Confederación Europea de Industrias de Reciclado (EuRIC), el sector que más lo utiliza es el de la construcción pues representa un insumo ideal para edificios, viviendas, puentes, etc.
En las estructuras en seco es cada vez más elegido por ser una opción económica, sustentable y resistente. Si se sigue produciendo acero nuevo es porque este material se utiliza para construcciones destinadas a durar años e incluso siglos como es el caso de los puentes.
Reciclado infinito
La posibilidad de reciclado infinito convierte al acero en el protagonista principal de la economía circular. Recordemos que más allá de la construcción, este insumo está presente en la mayoría de los artículos que utilizamos en nuestra vida cotidiana.
Cuando estos productos cumplen su vida útil van a parar a los depósitos de chatarra donde se funden y se convierten en nuevas láminas que volverán al mercado.
La chatarra de productos que agotaron su vida útil, el desecho de la fabricación de productos y la que generan las acerías son clasificadas y, por medio de un proceso que involucra imanes, se separan sus componentes. El reciclado también recupera otros minerales como el estaño, el zinc y el aluminio.
Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), la producción secundaria de acero (es decir, a partir de material reciclado) utiliza aproximadamente un 74% menos de energía que la producción primaria desde el mineral de hierro.
Si lo pensamos en términos ambientales, el acero reciclado evita la generación de emisiones de dióxido de carbono (CO2). Para tomar dimensión de lo que esto significa basta mencionar que reciclar el acero de un automóvil hace que se deje de liberar a la atmósfera el equivalente a 14 tanques de combustible de un coche mediano, según datos de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER).
//Mirá también: Cómo es el primer edificio modular más alto de Argentina que se construyó en solo 28 días
Por su parte, la Asociación Internacional de la Industria del Hierro y el Acero (Worldsteel), en su informe «Steel and raw materials» de 2023, detalló que el reciclaje de acero es la actividad de reciclaje de productos básicos más grande del mundo, con un volumen superior a 800 millones de toneladas, lo que evita la generación de millones de toneladas de emisiones de CO2 que se habrían producido en la elaboración de acero nuevo.
El país europeo que mayor porcentaje de reciclado realiza es Países Bajos con un promedio del 97%, seguido por Dinamarca (95%) y España (85%). La tendencia es global y el mundo entero recicla este material. La utilización del acero en la construcción es una de las mejores elecciones que podemos hacer a la hora de pensar un edificio, una vivienda o una obra pública.
La columna de acero que vemos en una estructura ha tenido varias vidas anteriores. Seguramente haya sido parte de un electrodoméstico, un auto o un juego de cubiertos. Gracias al reciclado vuelve a la vida y contribuye a la creación de una economía verdaderamente circular.