Los SUV contaminan más que los sedanes: ¿un freno para la movilidad limpia en Argentina?

En Argentina, los SUV se han ganado un lugar central en las preferencias de los consumidores. Su espacio, versatilidad y sensación de seguridad impulsaron un crecimiento sostenido en ventas que replica una tendencia global.

Los SUV contaminan más que los sedanes: ¿un freno para la movilidad limpia en Argentina?

Pero esa popularidad tiene un costo ambiental: el mayor tamaño, peso y resistencia aerodinámica de los SUV implica un consumo de combustible más elevado y, por lo tanto, mayores emisiones de gases de efecto invernadero.

A esto se suma que su fabricación requiere más materiales y energía, lo que aumenta las emisiones iniciales antes incluso de que el vehículo salga a la calle.
La tendencia, lejos de revertirse, sigue en ascenso. Las automotrices amplían la oferta y los consumidores responden. El desafío es cómo alinear este panorama con los objetivos de movilidad sustentable.

SUV versus sedán: el impacto en el medio ambiente

Según un análisis del Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT), las emisiones de los SUV son ligeramente superiores a las de los sedanes en todos los sistemas de propulsión esto se debe a que pesan más y son menos eficientes en cuanto al consumo de combustible.

Los SUV híbridos (HEV) emiten 2,5 veces más que los vehículos eléctricos a batería (BEV) alimentados por la red eléctrica media.

Los SUV híbridos (HEV) emiten 2,5 veces más que los vehículos eléctricos a batería (BEV) alimentados por la red eléctrica media.

Los SUV con motor de combustión interna (ICE) pueden emitir hasta 3,5 veces más. Si se compara con BEV alimentados con electricidad 100% renovable, la diferencia se amplía a 6,7 veces más emisiones.

Para los vehículos nuevos proyectados a 2030, los SUV ICE tendrían una huella de carbono 7,5 veces superior a la de los BEV con energía renovable, debido a la mejora en la eficiencia de los eléctricos y la descarbonización progresiva de la red.

La clave está en cómo elegimos los SUV

La solución no pasa por desalentar la compra de SUV, sino por favorecer que, dentro de la categoría, se elijan tecnologías más limpias. Para Helmer Acevedo, investigador del ICCT, “en un escenario ideal para la transición energética, los SUV no serían la primera opción debido a su menor eficiencia”.

Sin embargo, reconoce a Economía Sustentable que “es el modelo de vehículo que mejor se adapta a las condiciones de América Latina y hoy ya podemos acceder a modelos eléctricos que son perfectamente equiparables a los de combustión por la autonomía de las baterías”.

La solución no pasa por desalentar la compra de SUV, sino por favorecer que, dentro de la categoría, se elijan tecnologías más limpias.

Incluso entre SUV eléctricos e híbridos, la eficiencia varía según el diseño y la marca. Elegir modelos con menor consumo por kilómetro y optimizar el uso de baterías puede marcar diferencias significativas en su impacto ambiental.

Incentivos y medidas para acelerar la transición

Para avanzar hacia un parque automotor más limpio, los incentivos son clave. “Los incentivos para los distribuidores comercializadores con mayor impacto son las exenciones impositivas. Para el usuario final, la reducción del impuesto vehicular y descuentos en los seguros obligatorios”, detalla Acevedo.

En otros países, las restricciones vehiculares como el “pico y placa” en Colombia o el “hoy no circula” en México han demostrado eficacia. En Argentina, estas medidas aún no se implementan.

Para avanzar hacia un parque automotor más limpio, los incentivos son clave.

Sin embargo, el etiquetado vehicular podría ser una herramienta poderosa. “El etiquetado energético vehicular es una de las medidas que generan mayor impacto en el usuario, que tenga a disposición la información clara para analizar el desempeño del vehículo. Funciona de la misma manera que en los electrodomésticos”.

Acevedo propone que esta información esté disponible en una plataforma pública, independiente del fabricante, validada por el gobierno nacional.

Qué elige el mercado argentino

En julio, los modelos híbridos más vendidos fueron mayoritariamente SUV. Así queda el ranking: Toyota Corolla Cross (5.855 unidades), Mercedes-Benz GLC 300 (274), Audi Q5 (261), Toyota RAV4 (235), Renault Arkana (218), Honda CR-V (97).

Toyota Corolla Cross.

Solo el Toyota Corolla sedán (2.517), el DS DS4 hatchback (116) y la Ford Maverick (217) y Ford F-150 (175) representan otras tipologías.

En combustión, los más vendidos fueron autos compactos: Fiat Cronos (2.872), Toyota Yaris (2.797), Volkswagen Polo (2.338) y Peugeot 208 (2.316). La pick-up más vendida fue la Toyota Hilux, con 2.224 patentamientos.

Ayelén Portaluppi: Periodista especializada en movilidad sustentable