Lograron que 140 kilos de plástico no lleguen al mar, ¿cómo lo hicieron?
Un equipo de voluntarios recolectó plásticos cerca a la desembocadura del río Chubut en el mar. ¿Cómo se reciclan?
En una acción que marcó el inicio de 2025, la Fundación Sin Azul No Hay Verde llevó a cabo su primera jornada de limpieza del año en el área conocida como «el Elsa», un sector clave por su cercanía a la desembocadura del río Chubut en el mar. En tan solo una hora y media, 15 voluntarios lograron recolectar 140 kilos de plástico, evitando que estos residuos terminen en el océano.
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La actividad, liderada por el coordinador Juan Coustet, se centró en plásticos como restos urbanos y desechos de la actividad pesquera, entre los que destacaron baldes, tapas, guantes de látex y pedazos de cajones. «En un tramo de apenas 500 metros llenamos cuatro bolsones con plásticos. Esto demuestra la gravedad de la contaminación en un espacio tan reducido», afirmó Coustet.
Comunidad en Acción
La elección de «el Elsa» no fue casual. Por su ubicación en el brazo del río Chubut, este sector actúa como un canal de transporte de plásticos hacia el mar, especialmente durante mareas altas. «Si no retiramos estos residuos, inevitablemente terminan en el océano. Es crucial entender que todo en la naturaleza está interconectado», destacó Coustet, subrayando la importancia de prevenir la contaminación desde su origen.
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Entre los voluntarios hubo familias y jóvenes comprometidos, demostrando que el cuidado del ambiente une generaciones. Tras la jornada, los participantes compartieron un momento de camaradería, disfrutando del atardecer en el lugar que ayudaron a limpiar. «Fue un cierre significativo que nos recordó lo valioso que es cuidar estos espacios», mencionaron desde la organización.
Qué se hace con los plásticos rescatados
Además del plástico retirado, la jornada «refleja la necesidad de acciones locales para combatir un problema global», precisaron desde la ONG. Los materiales recolectados fueron trasladados a Reciclados Patagónicos, donde serán tratados y reutilizados.
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Desde Sin Azul No Hay Verde confirmaron que continuarán con estas limpiezas a lo largo del año, buscando generar conciencia y sumar voluntarios a la causa. «Proteger los ecosistemas no solo preserva el entorno, sino también la identidad de las comunidades que dependen de ellos», concluyó Coustet.
