Lo tiene claro: para IBM, estas son las tres tecnologías clave que ayudarán a reducir el impacto climático
Blockchain, Inteligencia Artificial e Internet de las Cosas, son algunas de las herramientas que utiliza para reducir el desperdicio de alimentos.
En los últimos años, cada vez es más normal escuchar términos como Blockchain, Inteligencia Artificial (IA) o Cloud. Los mismos están vinculados a los nuevos desarrollos tecnológicos, que permiten una mayor conectividad, creación de datos y automatizar procesos.
Sumado al Internet de las Cosas (IoT), -referido a una interconexión digital de objetos cotidianos con internet-, se están generando grandes cantidades de datos e información.
¿Para qué sirve? Estos datos permiten identificar y analizar patrones o encontrar fallas. A nivel general pueden analizar cualquier elemento relevante para una empresa u organización. Estos datos, luego de ser procesados, permiten mejorar procesos o lograr mayor eficiencia.
Asimismo, se pueden aplicar a todos los sectores y temas. A nivel ambiental pueden ayudar a encontrar, por ejemplo, pérdidas o desperdicio de energía o agua, también pueden determinar causas de algunos impactos ambientales, o prevenir riesgos.
Dentro de las empresas del sector, IBM ha trabajado en ello, desarrollando y utilizando sus avances tecnológicos, creando plataformas y herramientas que colaboren en la reducción de impactos ambientales, especialmente, para disminuir los desperdicios de alimentos.
“Cuando miramos el tema de la cadena alimentaria en América Latina, por un lado vemos que es una de las regiones que más exporta alimentos en el mundo, según la FAO. Pero así como la producción y exportación de alimentos son muy relevantes para nuestra región, también es fundamental un equilibrio ambiental basado en el uso eficiente de los recursos en toda la cadena de alimentos”, explica Martin Hagelstrom, Líder de Blockchain IBM Latinoamérica, a Economía Sustentable.
Desde la empresa afirman que estas tecnologías pueden ayudar, no solo en el acceso, disponibilidad y evitando el desperdicio de los alimentos, sino también en una mejor planificación del uso de los recursos, para que el impacto ambiental sea menor en el trayecto de los alimentos desde el campo hasta la mesa.
Disminuir el desperdicio de alimentos
En la actualidad, un tercio de los alimentos producidos se convierte en residuos, sumado a las emisiones de CO2 generadas por la producción, y el agua utilizada para riego, ganadería, entre otros.
“Este escenario requiere que la tecnología y la sustentabilidad trabajen juntas, impulsando nuevas formas de producción y planificación de cultivos y habilitando cadenas productivas seguras y resilientes que beneficien a la población y las preparen para el futuro”.
Los datos muestran que, si bien más de la mitad del crecimiento del sector agrícola en América Latina debe provenir del aumento de la producción según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la cantidad de alimentos que se pierde solo en el proceso de venta, alimentaría a 30 millones de personas.
En este contexto, las tecnologías como Inteligencia Artificial (IA) para predecir las condiciones climáticas, IoT para medir la calidad del suelo en el que se siembran las semillas, Blockchain para la trazabilidad de alimentos en cada punto de la cadena de distribución y la nube híbrida y abierta para escanear la cadena, almacenar y compartir datos, permitir la innovación y la cocreación, puede ayudar a acelerar el avance de la industria agroalimentaria.
“Un mejor seguimiento de los productos, la rápida inclusión de los pequeños productores en la cadena de distribución y el uso de tecnologías disruptivas ayudarán a minimizar las pérdidas y mejorar el bienestar general de la región”, informa Martín.
Tales tecnologías se pueden aplicar en toda la cadena, con soluciones relacionadas con el clima, la agricultura, la cadena de suministro, la distribución y el comercio minorista, lo que puede contribuir a los productores y empresas desde el campo a la mesa y brindar más transparencia y salud a los consumidores.
Desde la empresa, cuenta con la red IBM Food Trust, que proporciona un ecosistema basado en blockchain que conecta a productores, procesadores, distribuidores y minoristas a través de un registro permanente y compartido de datos del sistema alimentario.
Esto permite mejorar la visibilidad y la trazabilidad de los alimentos a lo largo de la cadena de suministro, lo que reduce el tiempo necesario para rastrear los alimentos en la red hasta en 2,2 segundos.
Esta red está disponible en América Latina e incluye una amplia gama de productores, procesadores, distribuidores y actores minoristas globales, incluidos Walmart, Dole, Carrefour y Nestlé.
Acciones locales
En Argentina existen varios proyectos que utilizan estos sistemas para mayor eficiencia y transparencia de estos procesos:
La startup argentina S4 desarrolla tecnología para reducir el riesgo climático en la agroindustria, transformando activos biológicos en activos financieros, aplicando inteligencia a datos satelitales y de diversas fuentes para optimizar la gestión del riesgo climático y el monitoreo de cultivos.
A su vez, la compañía también implementó IBM Food Trust, que permite a todos los usuarios de su plataforma de monitoreo de cultivos por satélite unirse a la cadena de suministro de alimentos más segura, eficiente y sostenible del mundo.
A través de la gestión y la trazabilidad a nivel de lote y mediante el uso de Food Trust, se puede incluir información como cultivos, procesamiento, transporte o etiquetado de productos (y se puede rastrear y probar en cuestión de segundos).
Ecoclimasol, empresa argentina especializada en soluciones de gestión de riesgos climáticos para diferentes áreas, cuenta con la plataforma Climavista Wine, que permite a los productores de vino optimizar el rendimiento y aumentar la calidad de sus productos mediante un análisis exhaustivo del comportamiento de la vendimia.
Para ello, recopilan información de estaciones meteorológicas y sensores de IoT. Todo se almacena y procesa desde la nube de IBM y emplea inteligencia artificial para mejorar las predicciones, crear modelos más precisos del ciclo de la uva, cuidar el medio ambiente, predecir riesgos y enfermedades.
Economía circular
Con respecto a su vínculo con la economía circular, un tema clave también para evitar el desperdicio y recuperar el máximo de las materias, desde IBM, comentan que el desperdicio proviene de lo que se considera inútil o sin identidad. Por lo tanto, la tecnología actúa para dar relevancia a lo que se puede utilizar y conectar a las partes interesadas.
“Blockchain juega un papel importante en este sentido, ya que puede brindar confianza entre las partes de una cadena dentro de un ecosistema con el que querían relacionarse. Al mismo tiempo, la IA también se puede aplicar para reconocer productos y marcar información importante”, comentan desde la compañía.
Y agregan: “Esto se aplica no solo a la industria alimentaria, sino a todos aquellos que utilizan materiales, componentes o productos que se pueden identificar y reutilizar”.
¿Por qué es importante para IBM? “La sostenibilidad es uno de los pilares de nuestro enfoque de responsabilidad social y es parte de nuestro negocio diario, cómo creamos nuestras soluciones, cómo gestionamos nuestras operaciones, cómo ponemos nuestras acciones en práctica y cómo nos relacionamos con nuestros empleados, clientes, gobiernos y sociedad”, responde Hagelstrom .
De esta forma, aportan su experiencia a los principales retos a los que se enfrenta la sociedad y ayudan a reducir las brechas que existen. Actualmente, alrededor del 34% de los alimentos producidos en América Latina se desperdicia, mientras que más de 77 millones de personas padecen enfermedades relacionadas con los alimentos cada año.
Estos problemas pueden mejorarse con la aplicación de tecnologías en toda la cadena alimentaria.