La isla estratégica que está en la mira por el cambio climático y las tensiones geopolíticas globales

Existe una isla que en la actualidad se encuentra en el ojo de la tormenta, no solo por las tensiones geopolíticas globales sino que también por la lucha contra el cambio climático.

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Se trata de Groenlandia, la isla más grande del mundo que, por su ubicación estratégica, recursos naturales y el impacto de su deshielo la colocan en el centro de una competencia geoeconómica creciente.

Por qué esta isla es clave ante el cambio climático

La enorme capa de hielo de Groenlandia no solo sirve como un referente para el Ártico, sino que juega un papel decisivo en el clima global. Su temperatura aumenta cuatro veces más rápido que la media mundial, lo que la convierte en un termostato que regula las temperaturas y los patrones climáticos a nivel global.

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Si el hielo de la isla se derritiera por completo, el nivel del mar subiría 7,4 metros, afectando las costas del mundo entero. Además, el deshielo de Groenlandia influye directamente en la desaceleración de la corriente oceánica de la Circulación de Vuelco Meridional del Atlántico (AMOC), lo que podría alterar los patrones climáticos, provocando inviernos severos en Europa y América del Norte y alterando el ciclo agrícola global.

Pero el cambio climático no es el único factor que coloca a Groenlandia en el centro de la atención global. La isla cuenta con recursos naturales valiosos, como minerales de tierras raras, uranio, petróleo sin explotar y un enorme suministro de gas natural. Estos recursos, que en el pasado eran inaccesibles debido al hielo, ahora son cada vez más accesibles y atractivos para países como Estados Unidos, que busca reducir su dependencia de China en la provisión de estos minerales esenciales para la tecnología moderna.

Ubicación estratégica en la competencia geopolítica

Groenlandia también posee una ubicación geopolítica estratégica. Situada en el círculo ártico entre Estados Unidos, Rusia y Europa, la isla se convierte en un premio codiciado por potencias mundiales. La apertura del Ártico al comercio internacional, debido al deshielo, aumenta la importancia de Groenlandia, no solo por sus recursos naturales, sino por su cercanía a rutas comerciales clave.

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Groenlandia no solo afecta el nivel del mar y las costas del mundo, sino también las corrientes oceánicas y los patrones climáticos globales. El cambio de color de la isla, a medida que el hielo se derrite y da paso al océano y la tierra, aumenta la absorción de energía solar y contribuye al calentamiento global. El derretimiento de Groenlandia afecta directamente a los huracanes, tormentas invernales y el comportamiento de la corriente de chorro, lo que provoca alteraciones en el clima de América del Norte y Europa.