PUBLICIDAD
Impacto ambiental

La importante cifra de argentinos que considera el consumo responsable al comprar alimentos

El dato surge de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. La tendencia se muestra sólida y transversal a distintos sectores sociales.

Incluso en un escenario atravesado por la pérdida del poder adquisitivo y el ajuste del gasto, la mayoría de los consumidores argentinos sigue incorporando criterios de responsabilidad social y ambiental a sus decisiones de compra. Según datos recientes, el 75% afirma considerar el impacto social y ambiental de los alimentos y bebidas, así como el compromiso social de las empresas que los producen.

El 75% de los argentinos considera el consumo responsable al comprar alimentos

La información surge de la Encuesta Nacional sobre Consumo Responsable, Hábitos Sustentables y Capital Social, elaborada por el Centro Nacional de Responsabilidad Social, Empresarial y Capital Social (Cenarsecs) de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.

El estudio revela que, aun con presupuestos más restringidos, el consumo responsable conserva un lugar relevante en la vida cotidiana. Casi la mitad de los encuestados (46%) asegura que siempre o casi siempre tiene en cuenta estos factores al momento de comprar alimentos, mientras que solo un 6% reconoce no considerarlos nunca.

La tendencia se muestra sólida y transversal a distintos sectores sociales, aunque con matices según género, edad y nivel de ingresos, lo que permite delinear con mayor precisión el perfil del consumidor actual.

Estos resultados cobran mayor relevancia en el actual contexto económico: durante los últimos tres meses, el 72% de los hogares redujo sus gastos personales o familiares por razones económicas, especialmente en los segmentos de menores ingresos. A pesar de ello, la preocupación por las condiciones sociales y ambientales asociadas a los productos se mantiene vigente y no quedó desplazada por la coyuntura.

La tendencia se muestra sólida y transversal a distintos sectores sociales

Consumo responsable en un contexto de ajuste

La adopción de criterios sociales y ambientales en las decisiones de compra convive hoy con una marcada retracción del consumo. Entre quienes redujeron sus gastos en los últimos meses, el 43% lo hizo de forma significativa y un 29% aplicó recortes parciales, mientras que solo el 5% afirmó haber incrementado su nivel de consumo.

El ajuste fue más pronunciado entre las mujeres: el 76% reconoció haber reducido sus gastos, frente al 66% de los varones. La segmentación por ingresos profundiza esa tendencia: el 82% de los hogares de menores recursos atravesó una contracción del consumo, proporción que desciende al 38% en los sectores de mayores ingresos.

Aun en este escenario, la consideración del impacto social y ambiental de los productos se mantuvo firme. Lejos de ser un atributo asociado exclusivamente a contextos económicos favorables, el consumo responsable aparece incorporado como un criterio relativamente estable en la toma de decisiones, incluso cuando el margen de gasto es más limitado.

Diferencias por género, edad e ingresos

El análisis por género muestra una mayor sensibilidad entre las mujeres: el 50% afirmó que siempre o casi siempre evalúa las condiciones sociales o ambientales de los productos que compra, frente al 40% de los varones. La brecha también se refleja en la disposición a pagar un precio superior por opciones sustentables, con un 74% entre las mujeres y un 64% entre los varones.

Por edad, el mayor nivel de conciencia se registró en la generación X (46 a 58 años), donde más de la mitad de los consultados declaró incorporar sistemáticamente estos criterios. En contraste, entre los centennials o generación Z (18 a 26 años), el porcentaje se reduce al 21%, lo que evidencia una distancia entre el discurso sobre sustentabilidad y su traducción en prácticas concretas de consumo.

La segmentación por ingresos arroja uno de los hallazgos más significativos. Los niveles más altos de conciencia social y ambiental se concentran en los hogares de menores recursos: el 53% aseguró que siempre o casi siempre tiene en cuenta estos aspectos, frente al 37% en la clase media y al 26% en los sectores de mayores ingresos.

El compromiso con el consumo responsable trasciende la intención declarada. Cerca del 70% de los encuestados manifestó estar dispuesto a pagar más por productos sustentables de empresas con impacto social positivo. Dentro de ese grupo, un 11% afirmó priorizar este tipo de opciones independientemente del costo adicional.

La predisposición es mayor entre las mujeres (74%) y alcanza su punto más alto entre los millennials, con un 78% dispuesto a pagar un precio superior, frente al 64% registrado entre los baby boomers (59 a 80 años).

En términos de comportamiento efectivo, el 78% de los consultados señaló haber elegido productos orgánicos o sustentables en alguna ocasión aun pagando más. Un 16% lo hizo de manera habitual y un 57% en compras puntuales, lo que refuerza la consistencia entre las actitudes declaradas y las decisiones concretas.

Cuáles son los canales de compra más utilizados

La adquisición de productos sustentables continúa concentrándose mayormente en canales físicos. Solo el 19% mencionó las tiendas online o las redes sociales como vía habitual de compra, con una mayor penetración digital en los sectores de mayores ingresos. En la clase alta, el 46% utiliza canales digitales, frente al 21% en la clase media y al 16% en los sectores de menores recursos.

Entre quienes compran productos sustentables por internet, uno de cada cinco lo hace al menos de forma ocasional. No obstante, el principal obstáculo identificado no es el precio. Casi el 39% de los encuestados señaló la falta de información clara sobre el origen y el impacto social o ambiental de los productos, por encima de los precios elevados (37,8%).

La escasa variedad disponible (28%) y las dificultades de acceso a los puntos de venta (21,5%) completan el panorama de barreras. En ese sentido, los datos sugieren que la expansión del consumo responsable no depende únicamente de la voluntad del consumidor, sino también de una oferta más diversa, accesible y transparente.

Fecha de publicación: 26/12, 8:38 am