La aerolínea Air France-KLM se inclina por los biocombustibles y moderniza su flota para menguar el impacto ambiental
La compañía europea activará otro Boeing Dreamliner que baja las emisiones de dióxido de carbono para cubrir Buenos Aires-París. Detalles de su estrategia.
Con intención de reducir el impacto de su actividad en el escenario medioambiental, Air France-KLM sigue ajustando su estrategia de cara a un mercado aeronáutico que comienza a entender a la sustentabilidad como un requerimiento de base y también con peso comercial.
En esa dirección, la aerolínea viene motorizando acciones para acotar la huella de su actividad basadas en ejes que van desde las emisiones de dióxido de carbono hasta el reciclado o el tratamiento diferenciado de sus residuos en vuelo.
Al mismo tiempo, la compañía busca sacarles diferencias a sus competidores con la incursión en el desarrollo y la incorporación de biocombustibles. Según se indicó desde la firma, Air France-KLM promueve la producción de esta alternativa en la ciudad portuaria de Delfzijl, Holanda, sitio donde se viene levantando una fábrica del insumo de aviación que operará a todo vapor a partir del año 2022.
“Air France colabora con el ECV Green Deal –pacto que promueve la transición ecológica de empresas privadas y ciudadanos en Europa– para realizar estudios que demuestren la viabilidad económica y operativa del uso de biocombustibles para aviación que se produzcan en Francia”, expusieron a Economía Sustentable sendas fuentes de la aerolínea.
“Esto significa evaluar desechos que pueden convertirse en, justamente, combustibles para la aviación. Como el aceite usado de la cocina o la grasa animal. KLM también coopera con la Universidad Tecnológica de Delft (Holanda) en el desarrollo de un avión con forma en ‘V’ que volará de forma más económica. En el ‘Flying V’ el diseño integrará en sus alas la cabina de pasajeros y tripulación, y también la bodega y los tanques de combustibles”, añadieron.
En simultáneo, la empresa apuesta por la renovación de su flota con la idea de achicar la producción dióxido de carbono mediante una menor utilización de “jet fuel”. La intención es sumar más unidades Boeing Dreamliner o Airbus 350 de última generación.
“Para la ruta diaria Buenos Aires-Amsterdam disponemos de un Boeing Dreamliner que ostenta un consumo de combustible hasta un 20 por ciento por debajo de lo que emplean otras aeronaves similares. Y como es muy silencioso, también reduce significativamente el impacto sonoro”, detallaron desde la aerolínea.
Asimismo, la firma también destinará una unidad Boeing Dreamliner para la ruta Buenos Aires-París a partir de marzo de este 2020.
“Vamos a estar operando en las rutas a Argentina con uno de los aviones que más respeta el medioambiente. Por otro lado, ya se firmó una carta de intención para la compra de 60 Airbus 220-300 que emiten un 20 por ciento menos de carbono que sus similares y son dos veces más silenciosos. Se trata de un modelo de corto y medio recorrido”, informaron las fuentes.
A la par de estas acciones, la aerolínea sigue trabajando en aspectos como la reducción de peso a bordo –con lo que esto implica de un menor uso de combustible– y el manejo de residuos. “La documentación de vuelo de los pilotos ya no se lleva impresa y se redujo la prensa que se ofrece en Business. Todo esto se reemplazó por alternativas digitales. También se redujo el peso de los asientos”, comentaron las voces interpeladas.
Por último, la empresa europea activó el reemplazo de los plásticos de un uso por alternativas de naturaleza biológica. De esa manera, en un semestre Air France-KLM achicó en 1.300 toneladas el uso de productos hechos en ese material.
“Se reemplazaron las cucharitas de plástico por palitos en madera de bambú. También los vasos de plásticos por sus similares en cartón. Además, se están generando piezas a mantenimiento de los aviones a partir de las botellas de plástico PET”, concluyeron las fuentes.
Vale recordar que la compañía en cuestión mantiene el compromiso, establecido en 2011, de achicar en menos de 20 años hasta un 50 por ciento su nivel de residuos sin reciclar.