Un descubrimiento geológico en aguas cercanas a las Islas Malvinas podría cambiar lo que se sabe hasta ahora sobre la historia del planeta.
El geólogo argentino Maximiliano Rocca identificó una gigantesca estructura subacuática que, según los indicios, correspondería a un cráter de impacto con 250 kilómetros de diámetro, comparable al famoso cráter de Chicxulub en México, vinculado a la extinción de los dinosaurios.
Cómo es el hallazgo en las Islas Malvinas
La formación, bautizada como “Cráter de Impacto Malvinas”, habría surgido hace unos 252 millones de años, coincidiendo con la denominada “Gran mortandad”, el evento de extinción más severo registrado, que acabó con el 90% de las especies marinas y el 70% de las terrestres.
“La estructura presenta dos rasgos compatibles con el impacto de un asteroide o cometa: un anillo de valores gravimétricos positivos que rodea un centro negativo y una anomalía magnética en forma de rosa, que denominé ‘Rosa de las Malvinas’”, explicó Rocca.
Qué implica el estudio
El primer indicio apareció en 2002, tras la lectura de un artículo del científico Michael Rampino, de la Universidad de Nueva York, que sugería la existencia de un cráter en la zona. Años más tarde, el geólogo Jaime Báez Presser le dio acceso a bases de datos con mapas magnéticos y gravimétricos, elaborados por el Servicio Geológico Minero de Argentina (SEGEMAR), que confirmaban la presencia de una estructura circular en el noroeste del archipiélago.
Sin embargo, pese al interés científico, Rocca nunca consiguió financiamiento para realizar perforaciones que permitan comprobar el origen del cráter. Ahora, la comunidad internacional analiza la posibilidad de aplicar nuevas tecnologías de exploración submarina para profundizar el estudio.
De confirmarse, el cráter de Malvinas no solo reconfiguraría la comprensión de la tectónica de placas en el Atlántico Sur, sino que también podría aportar pistas cruciales sobre cómo los impactos cósmicos moldearon la evolución de la vida en la Tierra.