Hallaron microplásticos en la nieve fresca en la Antártida y preocupa la contaminación ambiental
Los hallazgos sugieren que las partículas se transportaron miles de kilómetros por el aire hasta llegar a la Antártida.
Un grupo de investigadores de Nueva Zelanda descubrió que la nieve en la Antártida tiene partículas de plástico, lo que aumenta los temores de que la contaminación se haya extendido incluso a las partes más remotas y “prístinas” del planeta.
Estos trozos extremadamente pequeños de escombros plásticos se encontraron en 19 sitios de prueba, lo que sugiere que algunos habían sido transportados por el aire durante miles de millas. Sin embargo, los científicos también señalaron la presencia de estaciones de investigación internacionales cercanas como otra fuente potencial.
Se encontraron 13 tipos diferentes de plástico, siendo el más común el PET (tereftalto de polietileno), habitualmente utilizado para hacer botellas de refrescos y ropa.
Las concentraciones más altas de plástico se encontraron junto a las bases científicas de la isla Ross: la base Scott y la estación McMurdo, la estación más grande de Antártida.
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Los microplásticos también se han relacionado con efectos ambientales adversos al limitar el crecimiento, la reproducción y las funciones biológicas generales en los organismos, así como las implicaciones potencialmente negativas para los seres humanos.
El estudio, publicado en la revista científica The Cryosphere, mostró un promedio de 29 partículas microplásticas por litro de muestras de nieve derretida, lo que es más alto que las concentraciones marinas reportadas anteriormente en el mar de Ross.
Los investigadores examinaron las posibles fuentes de microplásticos y dijeron que, aunque los modelos atmosféricos sugirieron que los microplásticos pueden haber viajado miles de millas a través del aire, es igualmente probable que la presencia de humanos en la Antártida haya establecido una “huella” microplástica.
Natasha Gardiner, asesora medioambiental de la misión Antártica de Nueva Zelanda, dijo que la investigación de la universidad tiene un “enorme valor”.
Los hallazgos permitirían a las partes del Tratado Antártico, cuyos 12 países incluyen al Reino Unido, “tomar decisiones basadas en pruebas con respecto a la necesidad urgente de reducir la contaminación por plásticos en el futuro”, concluyó Gardiner.