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Desafío 2035

Guido Fridland, especialista en inversión: “Argentina tiene talento y potencial, pero necesita reglas claras para atraer inversiones en transición energética”

El asesor financiero analiza los desafíos del país en energías renovables y movilidad eléctrica, y plantea qué condiciones son necesarias para atraer capital extranjero.

Argentina enfrenta el desafío de avanzar en la transición energética y la movilidad eléctrica en un contexto marcado por la necesidad de inversiones, estabilidad macroeconómica y marcos regulatorios claros. Mientras algunos países lograron consolidar políticas exitosas para acelerar la adopción de energías limpias y vehículos eléctricos, en el país todavía persisten barreras que frenan el desarrollo del sector.

En este escenario, la mirada de expertos que trabajan en la intersección entre financiamiento, innovación y energía resulta clave. Guido Fridland, asesor especializado en servicios financieros de banca de inversión, acompañó  tanto a startups como a compañías medianas en procesos estratégicos, con foco en proyectos de transición energética y movilidad sustentable.

Guido Fridland analiza los factores que pueden impulsar la transición energética en Argentina

En diálogo con este medio, Fridland analiza los factores financieros y regulatorios que pueden impulsar la transición energética en Argentina, el papel del mercado financiero en la movilidad eléctrica, las oportunidades para emprendedores locales y las condiciones necesarias para atraer capital extranjero. Además, comparte aprendizajes de su experiencia en la Bolsa de Nueva York y proyecta cómo podría ser el panorama en los próximos diez años.

“Argentina tiene talento y potencial, pero necesita reglas claras para atraer inversiones en transición energética”

Argentina avanza de forma desigual en la transición energética. Desde tu experiencia, ¿qué factores financieros y regulatorios considerás claves para acelerar la adopción de energías limpias en el país?

“Considero que los factores financieros y regulatorios en gran medida vienen de la mano. La mayoría de proyectos de energía renovable requieren inversiones significativas, y los retornos son menores que energías tradicionales. En el mundo hay cada vez más organismos internacionales y fondos de inversión que disponen de capital para desarrollar proyectos de energía renovable. Pero para conseguirlo, y a un costo viable, tiene que haber un ambiente regulatorio con certezas impositivas, de disponibilidad de fondos, importación de insumos o estabilidad cambiaria. Además, se podrían generar incentivos impositivos, como ocurrió con éxito en Noruega y Países Bajos”, comenta.

El futuro de la movilidad eléctrica depende de grandes inversiones en infraestructura y producción. ¿Cómo puede el mercado financiero acompañar el desarrollo de este sector en Argentina y la región?

“La adopción de vehículos eléctricos plantea siempre el desafío del huevo y la gallina: ¿qué viene primero, los autos o los cargadores? En Noruega, por ejemplo, en 2024 se llegó a un 90% de autos eléctricos gracias a incentivos, y en China ya representan el 50% de las ventas, con más de 4 millones de cargadores públicos. El mercado financiero debe entender las necesidades de financiamiento, el perfil de retornos y pensar en proyectos de largo plazo, ya que con el número limitado de autos eléctricos en la región, la inversión en cargadores puede dar frutos recién en el futuro”, explica.

¿Qué condiciones necesita generar Argentina para atraer inversiones extranjeras destinadas a proyectos de transición energética y movilidad eléctrica?

“Argentina tiene un talento extraordinario para desarrollar nuevas tecnologías, pero hoy el principal limitante es el acceso a financiamiento. Alcanzar estabilidad macroeconómica y una regulación predecible no solo atraerá más inversión, sino que también será más barato financiarse. Además, un marco regulatorio que habilite variaciones en el precio de la energía según la demanda podría impulsar startups locales de software, eficiencia energética y almacenamiento”, responde.

En Argentina aún hay barreras que frenan el desarrollo del sector energético

Las startups y empresas medianas suelen tener un rol innovador en estos procesos. ¿Qué oportunidades ves para ellas en el ecosistema argentino de movilidad eléctrica?

“En Argentina está casi todo por hacerse en movilidad eléctrica. Mi experiencia en el fondo de inversión de startups de Jaguar Land Rover me permitió ver la amplitud de tecnologías en otros mercados. La oportunidad está en apalancarse en modelos de negocio ya probados en el exterior, adaptarlos a la región y combinarlos con el talento y resiliencia de los emprendedores argentinos”, explica.

Participaste en un IPO en la Bolsa de Nueva York con Vista Energy, un hito poco frecuente para compañías argentinas. ¿Qué aprendizajes de esa experiencia pueden aplicarse a startups locales que quieran escalar en el sector energético?

“El principal aprendizaje es que lo más importante en una startup es tener el equipo adecuado, desde los fundadores hasta el último integrante. En Vista, contar con el mejor equipo en Vaca Muerta fue clave para levantar capital. También aprendí que cualquier proyecto de alto impacto tiene altibajos: cuando van mal es cuando se forja el carácter del equipo. Por eso es fundamental tener objetivos claros, con tareas de corto plazo y visión de largo”, asegura.

Más allá del financiamiento, ¿cuáles son los principales desafíos técnicos y culturales para consolidar la movilidad eléctrica en el país?

“Argentina es el 8vo país más grande del mundo, pero 35° en población, lo que implica baja densidad. Muchos viajes son largos y hoy no hay infraestructura de carga suficiente. Resolver este dilema requiere instalar cargadores en ciudades y zonas menos habitadas, lo que sobrecargará un sistema eléctrico ya estresado. Por eso hay que incentivar la generación y transmisión eléctrica, pero también aprovechar herramientas para reducir consumo en hogares. Un cambio cultural clave será la adopción de apps y tecnologías que eficienticen el uso de energía”, comenta.

Si tuvieras que proyectar a 10 años, ¿cómo imaginás el panorama de la transición energética y la movilidad eléctrica en Argentina y qué rol debería ocupar el sector privado?

“Si se logra un equilibrio entre incentivos, tecnología adecuada, financiamiento y el empuje emprendedor, en 10 años Argentina podría tener infraestructura para una alta adopción de autos eléctricos y energías renovables. La magnitud del desafío hace que el rol del sector privado sea indispensable: desde la generación en parques eólicos o solares hasta el desarrollo de startups que mejoren el consumo energético en los hogares”, concluye Guido Fridland.

Fecha de publicación: 16/09, 1:37 pm