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Calentamiento global

Fósiles del Océano Austral revelan cómo el cambio climático moldeó los ecosistemas marinos profundos

Un estudio sobre fósiles muestra cómo los cambios en temperatura y nutrientes transformaron las comunidades oceánicas durante los últimos 500.000 años.

El océano Austral, una de las regiones clave para la ecología global, está experimentando cambios significativos debido al cambio climático provocado por el ser humano. Este ecosistema profundo, conocido por su alta biodiversidad y estabilidad a lo largo del tiempo, muestra señales de vulnerabilidad ante las alteraciones ambientales.

Según un estudio reciente publicado en Current Biology y dirigido por investigadores de la Universidad de Hong Kong (HKU) y Princeton, las variaciones en la temperatura y en el suministro de alimentos fueron factores clave en la evolución de estas comunidades marinas durante los últimos 500.000 años.

Fósiles del Océano Austral revelan cómo el cambio climático moldeó los ecosistemas marinos profundos

El análisis de los fósiles proporciona una perspectiva única para entender cómo estos ecosistemas respondieron a cambios climáticos y ambientales a lo largo de un largo período de tiempo. Este enfoque revela patrones históricos que no se captan en observaciones a corto plazo, ofreciendo información crucial para predecir cómo podrían reaccionar estos hábitats ante el calentamiento global y las futuras acciones humanas.

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El análisis de los fósiles extraídos de los núcleos de sedimentos del fondo marino del océano reveló que este ecosistema fue influenciado por factores ambientales a lo largo de escalas de tiempo orbitales, es decir, durante decenas de miles de años. Antes del evento climático conocido como el Mid-Brunhes (MBE), hace unos 430.000 años, el ecosistema era considerablemente diferente al actual.

Según los autores, “el ecosistema carecía de los componentes típicos de la fauna de aguas profundas y se asemejaba más a las faunas de mares marginales profundos”. Esto se debe a un mayor aislamiento térmico del Océano Austral en comparación con el Atlántico.

Después del MBE, el Océano Austral comenzó a recibir un mayor aporte de aguas cálidas del Atlántico Norte, lo que provocó una transformación fundamental del ecosistema. Este período marcó la consolidación de un hábitat más similar al actual, pero también aumentó su dependencia de factores climáticos y oceanográficos globales.

El océano Austral está experimentando cambios significativos debido al cambio climático

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Las alteraciones climáticas actuales constituyen una amenaza significativa. Las especies adaptadas a las aguas profundas, que evolucionaron en condiciones extremadamente estables, son muy sensibles a pequeños cambios en la temperatura y la disponibilidad de alimentos, según destacó el profesor Moriaki Yasuhara, autor principal del estudio, en un comunicado de la Universidad de Hong Kong (HKU).

A diferencia de las aguas superficiales, donde la luz solar impulsa la producción primaria de alimentos, el fondo marino depende del material orgánico que cae desde la superficie, conocido como «nieve marina». Este material, que incluye restos de plancton muerto, es la principal fuente de alimento para los organismos bentónicos.

Los investigadores concluyeron que las variaciones en la productividad de la superficie, impulsadas por la entrada de polvo y hierro, junto con las fluctuaciones en la temperatura del agua profunda, alteraron significativamente estas comunidades a lo largo de milenios.

El estudio también analiza el impacto potencial de las tecnologías de geoingeniería, como la fertilización por hierro, una estrategia diseñada para aumentar la producción primaria en la superficie oceánica. No obstante, los expertos alertan sobre los riesgos que conllevan estas intervenciones tecnológicas.

Fecha de publicación: 26/12, 12:45 pm