Estudio estima más de 150 mil personas muertas por año a causa de olas de calor
Con veranos más calurosos, los períodos de temperaturas altas son cada vez más comunes en Argentina y el resto del mundo.
Según una investigación difundida por la Universidad de Monash en Australia, durante el período comprendido entre 1990 y 2019, más de 150 mil personas en todo el mundo perdieron la vida debido a los efectos de los calores extremos. Las olas de calor, un fenómeno cada vez más frecuente en Argentina, constituyen períodos de temperaturas ambiente excepcionalmente altas que pueden prolongarse hasta por una semana. El estrés térmico abrumador es una de las principales repercusiones en la salud humana asociadas con estas elevadas temperaturas.
Los investigadores recurrieron a datos provenientes de 750 ubicaciones distribuidas en 43 países durante las estaciones cálidas. Mediante un análisis de la variación en las tasas de mortalidad en todos los continentes, se estimó que, entre 1990 y 2019, las muertes vinculadas a las olas de calor ascendieron a una cifra promedio de 153,078 por año. Asia y Europa son los continentes que registraron el mayor número de decesos por cada millón de habitantes. Los lugares con las tasas más altas de mortalidad durante las olas de calor se localizaron en regiones caracterizadas por climas secos y niveles de ingresos medianos a bajos.
Medidas para resistir los calores extremos
Los expertos advierten que la disparidad económica entre regiones se correlaciona con los riesgos durante las olas de calor. El diseño de planes de adaptación y la gestión de riesgos frente al calentamiento global pueden mitigar las repercusiones de los calores extremos en áreas más vulnerables. “Estos descubrimientos resaltan el potencial beneficio de las medidas estatales para fortalecer la capacidad de adaptación del sector de la salud, teniendo en cuenta las disparidades entre las comunidades”, subrayan los autores del estudio.
Las conclusiones de la investigación destacan que el impacto de las olas de calor, derivado del cambio climático, afecta de manera desigual a las sociedades. “Se requiere una estrategia integral que aborde tanto los riesgos inmediatos para la salud durante las olas de calor, como la implementación de medidas a largo plazo para reducir la vulnerabilidad y la desigualdad”, añaden.
Los expertos enfatizan la necesidad de estrategias para hacer frente a este fenómeno climático: políticas de mitigación del cambio climático, planes de acción contra el calor, urbanismo planificado con espacios verdes, programas de apoyo social, servicios de atención médica y salud pública, educación para aumentar la conciencia y la participación comunitaria.