Este país convierte casi toda su basura en energía y se posiciona como referente mundial

Existe un país en el mundo que es un referente en el tema del reciclaje de la basura. Para poder llevarlo a cabo desarrollaron un sistema que permite transformar casi el 100% de sus residuos en energía mediante incineración controlada, generando calefacción y electricidad para 250.000 hogares y reduciendo al mínimo la basura que termina en vertederos.

Se trata de Suecia, y el tratamiento se realiza en plantas waste-to-energy (WTE), donde los desechos se clasifican en tres categorías: la basura orgánica se transforma en biogás, compost y fertilizantes; los plásticos reciclables se procesan y reutilizan; y los desechos no reciclables se incineran a 850 °C para producir energía. Este enfoque reduce la dependencia de combustibles fósiles y mejora la gestión de residuos de forma sostenible.

Importar basura para producir más energía

Además de reciclar su propia basura, Suecia importa desechos de otros países europeos para producir más energía. Entre los datos destacados, una tonelada de petróleo equivale a cuatro toneladas de basura incinerada, y en 2022 el país recicló el 86% del vidrio, el 78% del papel y el 82% del aluminio. Más de 30 centrales eléctricas funcionan con basura reciclada.

El modelo sueco minimiza la acumulación de residuos y los transforma en recursos valiosos, evita grandes volúmenes de contaminación y asegura un uso eficiente de los desechos. Esto posiciona a Suecia como un referente mundial en gestión de residuos y energía limpia.

Según la Asociación Europea de Residuos, Europa genera más de 190 millones de toneladas de basura al año, un volumen que aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero. Aunque el reciclaje convencional y los sistemas de retorno de envases mejoran la gestión de residuos, estos métodos aún no alcanzan para reducir la acumulación de basura a gran escala.