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Enel participará en un proyecto pionero de producción de hidrógeno verde en Chile

Se espera que la instalación entre en servicio en 2022, lo que la convierte en la primera planta de este tipo en producir hidrógeno verde en una de las más grandes de la región.


Enel Green Power Chile (EGP Chile), filial de Enel, prevé participar, con la empresa eléctrica chilena AME y los posibles socios de ENAP, Siemens Energy y Porsche, en la instalación de una planta piloto pionera para la producción de hidrógeno verde a través de un electrolizador alimentado por energía eólica, en Cabo Negro (Chile), según informó la compañía.

La energética señaló que el proyecto está sujeto a la aprobación de las autoridades locales y a la finalización de la estructura de financiación. Se espera que la instalación entre en servicio en 2022, lo que la convierte en la primera planta de este tipo en producir hidrógeno verde en Chile, así como una de las más grandes de América Latina.

El proyecto piloto, que fue anunciado durante un evento en el que participó el ministro de Energía de Chile, Juan Carlos Jobet, sería uno de los más grandes de su tipo en América Latina y se ubicaría en la Región de Magallanes, que cuenta con las mejores condiciones de viento en tierra del mundo debido a su proximidad con la Antártida.

El máximo responsable de Enel Green Power y director de la línea de negocios de Global Power Generation de Enel, Salvatore Bernabei, afirmó que el hidrógeno verde “realmente puede desempeñar un papel importante en la transición energética al respaldar la descarbonización de sectores con emisiones difíciles de eliminar donde la electrificación de las utilizaciones finales no es una solución fácil”.

“Enel se centra en este tipo de hidrógeno, que se produce mediante electrolizadores, que funcionan con electricidad 100% renovable. Este proyecto, que es un hito para el grupo a nivel mundial, puede poner en práctica nuestra visión”, añadió al respecto.

Chile se perfila como uno de los países con mayor potencial para la producción y exportación de hidrógeno verde del mundo. Según el Gobierno chileno hasta el 20% de la reducción acumulada de CO2 del país para 2050 será posible gracias al hidrógeno verde rentable.

Además, la Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que Chile es capaz de producir 160 millones de toneladas de hidrógeno verde al año, duplicando la demanda actual de hidrógeno y, según las proyecciones de Bloomberg el precio del hidrógeno verde será competitivo con el diésel en aproximadamente menos de 10 años.

Vuelos con hidrógeno

La Unión Europea ha fijado 2050 como la fecha límite para lograr la neutralidad de carbono -esto es, equilibrar la cantidad de CO2 liberada con la capturada de forma natural- un objetivo que China , el país más contaminante del mundo, se ha comprometido alcanzar en 2060.

Con esas metas a la vista, la aviación comercial es uno de los sectores económicos que más rápido tienen que reinventarse para cumplir los objetivos de cero emisiones.

Tal como explica National Geographic, la compañía aeronáutica europea Airbus ha sido la primera en dar el paso con la presentación de los prototipos ZeroE, unos aviones comerciales impulsados por íntegramente con hidrógeno.

La empresa ha revelado tres apuestas para alcanzar su objetivo de cero emisiones dentro de tan solo 15 años, esto es, en 2035. Cada uno de los proyectos representa un enfoque distinto en función de la tecnología aplicada.

Dos de los tres nuevos aviones se basan en modelos existentes: reactores y turbohélices, y un tercero denominado “cuerpo de ala mixta“, en el que las alas se fusionan con el cuerpo principal de la aeronave. Todos ellos se basan en el hidrógeno como fuente de energía primaria, una opción que la compañía considera prometedora como alternativa limpia al queroseno contaminante que propulsa las actuales aeronaves.

El hidrógeno, tanto en combustibles sintéticos como utilizado como fuente de energía primaria, tiene un gran potencial en el uso de la aviación comercial.

“Este es un momento histórico para el sector de la aviación comercial en su conjunto y tenemos la intención de desempeñar un papel de liderazgo en la transición más importante que esta industria haya visto jamás. Los prototipos que presentamos hoy ofrecen al mundo un vistazo de nuestra ambición de impulsar una visión audaz para el futuro de los vuelos sin emisiones ”, declaraba Guillaume Faury, director ejecutivo de Airbus, quien argumentó que el uso del hidrógeno, tanto en combustibles sintéticos como utilizado como fuente de energía primaria, tiene un gran potencial en el uso de la aviación comercial.

Vista de los tres nuevos aviones basados en reactores, turbohélices, y un tercero denominado ‘cuerpo de ala mixta’, en el que las alas se fusionan con el cuerpo principal de la aeronave.

Vista de los tres nuevos aviones basados en reactores, turbohélices, y un tercero denominado ‘cuerpo de ala mixta’, en el que las alas se fusionan con el cuerpo principal de la aeronave.

Vista de los tres nuevos aviones basados en reactores, turbohélices, y un tercero denominado ‘cuerpo de ala mixta’, en el que las alas se fusionan con el cuerpo principal de la aeronave.

El difícil almacenamiento del hidrógeno

La utilización del hidrógeno cono fuente de energía para las aeronaves no es una idea nueva, aunque sí lo es su planteamiento para la aviación comercial.

El motivo: las dificultades de obtención y almacenamiento del combustible. Para empezar, requiere de hasta cuatro veces más volumen que el combustible convencional, lo que obliga a buscar espacios adicionales (en detrimento de la carga o el pasaje).

Además, el hidrógeno líquido -el combustible elegido por Airbus para sus nuevos prototipos- se obtiene a una temperatura de unos -200 grados centígrados, y debe comprimirse a altas presiones, lo que hace necesario el desarrollo de una suerte de ‘tanques criogénicos’ que deberían colocarse en el interior de la aeronave, con lo que supone habilitar espacios específicos para ello.

Aeropuertos adaptados

El diseño y la fabricación de las nuevos aviones – habilitados para albergar desde 120 hasta 200 pasajeros y con autonomía para volar unos 3.700 kilómetros- será sin duda uno de los principales escollos a los que deberá enfrentarse la compañía, aunque no el único.

“La transición al hidrógeno como fuente de energía primaria requerirá de un replanteamiento de todo el ecosistema de la aviación comercial, reconoce”, Faury, quien alega que sólo será posible si se recibe el apoyo suficiente de los gobiernos y los proveedores industriales.

Según afirma la propia compañía, para que el cambio sea posible los aeropuertos requerirán de importantes cambios, entre ellos de una nueva infraestructura que permita almacenar y repostar el combustible.

Un estudio publicado en 2016 en la revista Science concluía que la demanda de hidrógeno líquido para la propulsión de las aeronaves en el futuro requeriría de una importante adaptación de los aeropuertos, unas infraestructuras que deberían garantizar la producción ‘in situ’ del combustible, lo que conllevaría una importante inversión logística.

El reto del hidrógeno limpio

Además del almacenamiento y distribución de este nuevo combustible, la nueva propuesta de la compañía aeronáutica también deberá garantizar que el hidrógeno empleado también ha sido obtenido de forma limpia.

Y es que, aunque su combustión no genera gases de efecto invernadero, para ser totalmente verde, debe ser obtenido íntegramente a partir de energías renovables, una alternativa 100% sostenible, que, sin embargo, es todavía poco común en el mercado.

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Fecha de publicación: 06/10, 3:51 pm