El rollo de cocina pierde protagonismo: la alternativa reutilizable que conquista las casas argentinas
El reemplazo del rollo de cocina por los repasadores de tela ayuda al bolsillo y reduce los residuos, entre otros beneficios.
El clásico rollo de papel comienza a quedar relegado en muchas cocinas del país. En su lugar, los paños reutilizables se imponen por su practicidad, menor costo a largo plazo y su impacto positivo en el ambiente.
Cada vez más personas optan por repasadores de microfibra, algodón o retazos reciclados, que cumplen las mismas funciones del papel, pero con una ventaja: duran meses, se lavan y no requieren reposición constante. Incluso algunos modelos se presentan en formato de rollo con velcro, para conservar la estética tradicional.
Entre sus principales beneficios se destacan:
- Ahorro económico: eliminan la necesidad de comprar rollos todas las semanas.
- Menos residuos: reducen de forma notable el uso de papel en la cocina.
- Alta resistencia: soportan decenas de lavados sin perder eficacia.
- Sustentables: ayudan a disminuir la tala y el consumo de recursos naturales.
- Versátiles y decorativos: secan, limpian, absorben y suman un toque estético.
Este cambio refleja una tendencia más amplia en los hábitos de consumo: elegir opciones duraderas, prácticas y sustentables.
Aunque el rollo de papel todavía no desaparece por completo, los repasadores de tela ganan cada vez más terreno como una elección consciente, económica y eficiente para el día a día.
Además, distintas marcas y emprendimientos locales comenzaron a ofrecer diseños innovadores de repasadores reutilizables, con estampados atractivos y materiales de alta calidad. Esto convirtió a un simple accesorio de limpieza en un producto que también se integra a la decoración de la cocina.
Cómo lavar los repasadores para alargar su vida útil
Los expertos en consumo responsable destacan que la clave para extender la vida útil de estos repasadores está en el mantenimiento: un buen lavado y secado al sol evita la acumulación de bacterias y mantiene intacta la capacidad de absorción. De esta manera, pueden reemplazar fácilmente decenas de rollos de papel en el transcurso de un año.
El auge de los repasadores se enmarca también en un contexto global de reducción de plásticos y productos descartables. Así como ocurrió con las bolsas de supermercado y los sorbetes, el cambio de hábitos en torno al rollo de papel es otro paso hacia un estilo de vida más consciente y sostenible.