La distribución de gas natural en un país tan extenso como Argentina enfrenta el desafío de evolucionar hacia un modelo más eficiente y sustentable.
En este sentido, la incorporación de nuevas tecnologías en la operación y mantenimiento de la infraestructura no solo permite mejorar continuamente la seguridad y confiabilidad del servicio, sino también reducir el consumo de energía y minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Entre las principales empresas distribuidoras de gas de la Argentina, este tipo de sistema se ha ido popularizando en los últimos años, al punto que las más importantes ya lo tienen operativo, teniendo en cuenta que su principal fuente de energía es el gas natural y que la combustión se realiza principalmente en los equipos operativos esenciales para la distribución, como las plantas compresoras.
Un caso es el del grupo Camuzzi, la mayor empresa distribuidora de gas natural de Argentina, cubriendo el 45% del territorio nacional a través de dos filiales, Camuzzi Gas Pampeana y Camuzzi Gas del Sur, que abastecen a más de dos millones de usuarios en siete provincias que son Buenos Aires; Chubut; La Pampa; Río Negro; Neuquén; Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Las operaciones del grupo incluyen el despacho, la compra y el transporte del gas, en coordinación con empresas transportistas, productoras, grandes industrias y comercializadoras, que conforman su cadena de valor.
La compañía es una filial de la italiana Camuzzi Gasometri y opera un vasto sistema de gasoductos y redes para el transporte y distribución de gas. En estos momentos se encuentra negociando con el Gobierno nacional una extensión de su contrato por otros 20 años.
Adecuar tarifas
También tiene vigente un nuevo cuadro tarifario, teniendo en cuenta que sus ejecutivos advierten que lo recibido entre 2018 y 2023, resultó insuficiente para acompañar la evolución de los costos del servicio de distribución de gas natural, situación que habría afectado la sostenibilidad económica del sistema, limitando el flujo de inversiones, generando deudas con productores de gas y deteriorando el margen bruto operativo de Camuzzi.
Frente a este escenario, hacia fines de 2023, el gobierno del presidente Javier Milei declaró la emergencia del sector energético nacional que permitió establecer un marco para la Revisión Tarifaria Integral (RTI) de carácter quinquenal, así como para la implementación de adecuaciones transitorias y ajustes periódicos de tarifas.
En la misma línea, el 26 de marzo de 2024, se comenzó a implementar el Acuerdo de Adecuación Transitorio de Tarifas, que contempló la emisión de nuevos precios de transición a partir del 3 de abril de ese mismo año y que incluyeron incrementos en Camuzzi Gas Pampeana y en Camuzzi Gas del Sur, además de un ajuste en las tasas y cargos, que le permitieron al grupo recomponer parcialmente el flujo de ingresos.
Sin embargo, durante los meses de mayo, junio y julio de 2024, el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) postergó la aplicación del primer ajuste mensual previsto en el acuerdo, debido al inicio del proceso de revisión tarifaria quinquenal, que aún se encuentra en curso.
A su vez, los ajustes mensuales posteriores —entre agosto y diciembre de 2024— se realizaron sin aplicar la fórmula de actualización acordada, lo cual acumuló un desfasaje tarifario del 47,15%.
A este contexto se sumaron otros factores que afectaron los ingresos del holding, en particular, se definieron nuevos precios del gas en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) y se derogó la bonificación otorgada a las MiPyMES del Servicio General, lo que implicó una reducción de ingresos por $1.084 millones en Camuzzi Gas Pampeana y $471 millones en Camuzzi Gas del Sur.
Nuevo estándar de medición
A pesar de esos contratiempos, el grupo mantuvo sus planes de inversión, al punto que dio varios pasos importantes para volver a poner en marcha una obra que el Estado argentino había licitado en 2017 y estaba inconclusa, limitando las posibilidades de crecimiento de las localidades cordilleranas de Chubut, Neuquén y Río Negro.
Durante ese período, se movilizaron los equipos motocompresores necesarios para dar una solución definitiva a la problemática de abastecimiento en la región, con destino a la Planta Compresora Gobernador Costa y a la futura planta que se construirá en Alto Río Senguer.
Esta obra, una de las más relevantes que el grupo ejecutará en el próximo período, permitirá mejorar sustancialmente la asequibilidad y disponibilidad del recurso energético en todo el sistema cordillerano.
Los datos surgen de un reporte enviado por el Grupo Camuzzi a la Comisión Nacional de Valores (CNV), para informar sobre el estado de sus operaciones y sobre el plan de sustentabilidad con el que lleva a cabo sus actividades para mejorar su relación con el medio ambiente, aunque sin descuidar sus finanzas y su core business.
El reporte, verificado por la firma de auditoría externa Crowe, incorpora la actualización de la matriz de materialidad de la distribuidora, resultado de un proceso que combinó el análisis comparativo con empresas pares del sector.
También refleja los resultados de un estudio de documentos de referencia internacionales y encuestas a distintos niveles de la organización que le permitieron identificar los temas más relevantes en materia ambiental, social y de gobierno corporativo, alineados con los Estándares GRI y SASB, reforzando el compromiso de Camuzzi de responder a las expectativas de sus grupos de interés con información transparente y comparable.
La novedad del informe pasa por la incorporación, por primera vez, de los indicadores SASB (Sustainability Accounting Standards Board).
Se trata de un estándar que vincula la sustentabilidad con los resultados financieros y marca una evolución en el modelo de gestión de Camuzzi que la posiciona entre las compañías energéticas argentinas que avanzan hacia una gobernanza más transparente.
Los indicadores SASB permiten traducir los impactos ambientales y sociales en datos económicos comparables.
Esta práctica ya es aplicada por grandes corporaciones globales y, en el caso del grupo local, “su adopción refuerza la tendencia a integrar la sustentabilidad en la estrategia de negocio y demuestra cómo las decisiones ambientales pueden influir en la rentabilidad y el acceso a inversiones responsables”, tal como se explica en el documento.
Gestión activa
“En este contexto desafiante, uno de los hitos más relevantes del año fue el alto nivel de cobrabilidad alcanzado, resultado que da cuenta del compromiso de los usuarios con el servicio, quienes continuaron cumpliendo con sus obligaciones en tiempo y forma”, detalla el trabajo.
A su vez, refleja “la gestión activa de Camuzzi para mantener un vínculo cercano con sus clientes y garantizar la sostenibilidad operativa del sistema, para lo cual resta saber que ese indicador de cobrabilidad mostró una mejora respecto al año 2023, consolidando una relación de confianza y responsabilidad mutua”.
El año pasado, el grupo consumió, para combustión, 14.800 millones de m3 de gas natural, emitiendo 28.751 tCO2 o toneladas de dióxido de carbono equivalente, una unidad estándar para medir el impacto de todos los gases de efecto invernadero (GEI) en el calentamiento global, convirtiendo su poder de calentamiento a una escala común basada en el CO₂.
Esta unidad se utiliza para cuantificar la huella de carbono, permitiendo comparar y sumar el impacto climático de diferentes gases como el metano o el óxido nitroso en un único indicador.
En el caso de Camuzzi, también usa energía eléctrica proveniente de la red nacional, generando una emisión de 920 tCO2, o de toneladas de dióxido de carbono equivalente.
A nivel general, la red de distribución de gas del grupo alcanzó un total de 51.850.992 metros en 2024, de los cuales el 59,6% corresponde a Camuzzi Gas Pampeana (CGP) y el 40,3% a Camuzzi Gas del Sur (CGS), reflejando la extensión y cobertura del servicio en las distintas regiones bajo concesión del holding.
En el mismo año, el holding alcanzó un total de 2.240.917 usuarios, lo que representa un incremento del 1,2% en comparación con el 2023, con una fuerte concentración en la categoría de usuarios residenciales.
En este sentido, más del 40% de las incorporaciones de nuevos usuarios se registraron en las Unidades de Negocio del Comahue (20%), Buenos Aires Centro (11%) y La Plata (10%).
Sustentabilidad en tres dimensiones
Al respecto, Jaime Barba, presidente de Camuzzi, señaló que “en el grupo estamos convencidos de que un servicio energético confiable y sostenible es indispensable para construir un futuro más justo, inclusivo y respetuoso con el ambiente, por lo cual, los desafíos que enfrentamos nos impulsan a seguir trabajando con excelencia, innovación y compromiso”.
En este sentido, explicó que el grupo avanza con sus planes de negocios “teniendo en cuenta siempre las revisiones que hacemos a nuestra materialidad, incorporando referencias del sector, documentación especializada y encuestas”.
Según el ejecutivo, “este proceso nos permitió identificar 13 temas materiales clave, para los cuales se definieron indicadores GRI específicos o, en los casos en los que no hay una correspondencia directa, se propusieron indicadores propios que aseguren una rendición de cuentas clara y transparente”.
También asegura que la sustentabilidad se asume en sus tres dimensiones —ambiental, económica y social— “como un principio fundamental que guía cada aspecto de nuestra compañía y se encuentra profundamente integrado en nuestra estrategia de negocio”.
De hecho, en el reporte se reconoce que el servicio que brinda Camuzzi tiene un papel vital en la vida de millones de personas y en el funcionamiento de numerosos comercios e industrias.
Por eso, se trabaja con compromiso para potenciar su impacto positivo, tanto en el entorno ambiental donde opera como en cada una de las comunidades en las que está presentes.
“En este sentido, contribuimos todos los días en la construcción de un futuro próspero, no solo a través de nuestra actividad principal, sino también mediante la implementación de iniciativas educativas y programas que promueven el desarrollo del espíritu emprendedor, un motor clave para impulsar el crecimiento económico y generar oportunidades laborales genuinas y sostenibles”, se detalla en el trabajo.
Plan al 2026
Camuzzi mantiene el proceso iniciado en 2023 sobre medición de la huella de carbono, que le permitirá, en primera instancia, conocer las fuentes de emisión más relevantes para luego medir el impacto de medidas concretas de reducción.
Ese año, se identificaron todas las fuentes de emisión de GEI en los Alcances 1, 2 y 3, y se seleccionaron las de Alcance 3 relevantes para su futura medición.
En 2024 se definió y configuró la herramienta informática para el cálculo de la huella de carbono, vinculando cada fuente de emisión con su respectiva metodología de cálculo.
También se relevaron los datos de actividad necesarios, identificando aquellos faltantes y estableciendo metodologías para su recopilación.
Con estos avances, la herramienta ha quedado operativa, permitiendo generar los primeros cálculos preliminares en 2026.
“De esta manera, reafirmamos nuestro compromiso de operar bajo principios de sustentabilidad que trascienden la generación de valor económico”, se indica en el informe, en el cual también se asegura que dicho enfoque integral “refleja nuestra convicción de que el crecimiento sostenible no solo es posible, sino también esencial para construir un futuro próspero para las generaciones presentes y futuras”.
El directorio de Camuzzi entiende que una gestión climática responsable comienza con el uso racional de los recursos y la prevención y mitigación de los impactos ambientales derivados de sus actividades.
Este enfoque está plasmado en la llamada Política de Seguridad, Salud Ocupacional y Medio Ambiente de Camuzzi.
Potencial de las operaciones
Para llevar esta política a la práctica, el grupo elaboró un Manual de Gestión de Seguridad y Medio Ambiente (MSGyMA), herramienta que sus ejecutivos consideran clave y que traduce sus principios en procedimientos concretos.
El manual no solo incorpora los lineamientos definidos internamente, sino también lo dispuesto por la NAG 153, la norma argentina obligatoria que establece los requisitos para la protección ambiental en el transporte y la distribución de gas natural y otros gases por cañerías.
“Con el compromiso de mejorar de manera continua, revisamos el MGSyMA de forma anual, adecuando sus contenidos ante cambios en la normativa vigente, en nuestros procesos operativos o frente a nuevas necesidades detectadas”, asegura el reporte.
En este caso, se explica que la revisión es realizada por un equipo multidisciplinario de profesionales que buscan identificar los impactos potenciales de las operaciones diarias e incorporar las medidas de prevención y mitigación necesarias, como parte del compromiso de Camuzzi con la mejora continua de la gestión ambiental.
Asimismo, cuando se trata de obras de gran envergadura, lleva adelante estudios ambientales específicos, como evaluaciones preliminares y Estudios de Impacto Ambiental a partir de los cuales diseña e implementa medidas de gestión a medida, para prevenir y mitigar los impactos ambientales identificados.
Los estudios incluyen también el posible impacto de las actividades de Camuzzi sobre la protección y diversidad biológica en las áreas donde opera y le permiten elaborar la llamada Política de Seguridad, Salud Ocupacional y Medio Ambiente que, a su vez, le permite implementar las acciones de prevención y control adecuadas en cada caso.
“Nuestra área de concesión abarca siete provincias de la Argentina, donde se encuentran áreas protegidas bajo diversas categorías de gestión, que van desde el ámbito privado hasta el internacional, por lo que, en todos los casos, antes de cualquier intervención en un área, se elaboran los estudios ambientales necesarios para obtener los permisos correspondientes”, agrega el informe enviado a la CNV.
Estudiar el impacto ambiental
Además, se trabaja in situ con todos los recaudos de protección ambiental establecidos en los procedimientos del Manual de Gestión de la Seguridad y Medio Ambiente (MGSyMA) de la empresa, complementariamente con las pautas específicas de los Programas de Gestión Ambiental que se desarrollan para cada obra, cuando corresponde.
Asimismo, cuando es necesario realizar obras de gasoductos u otras instalaciones, el grupo analiza minuciosamente la posible afectación sobre factores ambientales como la flora, la fauna y la diversidad de especies.
Para ello, lleva a cabo Estudios de Impacto Ambiental (EIA), que incluyen relevamientos detallados de la biodiversidad presente en la zona de trabajo.
Dicha investigación le permite diseñar e implementar las medidas técnicas necesarias para evitar y/o minimizar los impactos, definiendo, por ejemplo, la traza de un gasoducto a partir del análisis comparativo de diversas alternativas.
De este modo, prioriza aquellas opciones que eviten o reduzcan al máximo posible la intervención en zonas con alta densidad de flora y fauna, utilizando siempre la superficie mínima indispensable para llevar adelante las tareas de mantenimiento o las obras correspondientes.
En el informe, se aclara que los impactos sobre la biodiversidad que puedan producirse durante las tareas de construcción, operación, mantenimiento y abandono o retiro de las instalaciones se limitan únicamente a las áreas necesarias para esas actividades, y en general resultan reversibles en el mediano plazo, permitiendo que estas zonas retomen condiciones similares a las existentes previamente.
En tanto, en los casos en que esto no ocurra de forma natural, al finalizar las obras se implementan tareas de recomposición ambiental, que constituyen un aspecto clave para generar las condiciones adecuadas que favorezcan la revegetación y repoblación natural de las zonas afectadas.
En el marco de esta política sustentable, en Camuzzi también atienden las necesidades de reducción de los residuos, como parte del mismo proceso de mejorar el vínculo con el medio ambiente y reducir la huella de carbono en sus actividades, ya sea en oficinas, en obras de construcción e instalación, o durante la operación y mantenimiento del sistema.
El grupo genera distintos tipos de residuos, con distintos niveles de peligrosidad que tienen un impacto ambiental potencial directamente vinculado a ese nivel.
Por ello, la gestión del directorio en este sentido se enfoca en minimizar su generación y en reducir su impacto mediante prácticas que promuevan la mayor inocuidad posible en todos los ámbitos de trabajo.
Para alcanzar este objetivo, el reporte explica cómo Camuzzi aplica lineamientos específicos para la correcta clasificación y almacenamiento, evitando que residuos domiciliarios o valorizables se mezclen con residuos peligrosos y adquieran esa condición.
Asimismo, brinda capacitación continua al personal técnico y administrativo, para asegurar el cumplimiento de la normativa vigente, de sus políticas y de las buenas prácticas establecidas para pautas de manipulación, separación, almacenamiento transitorio, transporte y disposición final de los residuos generados en las actividades.
En este sentido, cada unidad de negocio es responsable de implementar esta normativa, verificar que los transportistas y operadores de residuos cuenten con las habilitaciones correspondientes, y recopilar los manifiestos de transporte y certificados de disposición final.
Estos datos son luego consolidados por la sede central del grupo que también es la encargada de implementar la normativa interna que establece la necesidad de generar, recibir y resguardar toda la documentación asociada a la gestión de residuos, tanto propia como de terceros (como transportistas y operadores habilitados), con el fin de asegurar la trazabilidad, el tratamiento y la disposición final correspondiente.