El océano Atlántico pasó de hervir a enfriarse, ¿cuál es la respuesta de los expertos?
Los efectos del cambio climático son evidentes en todo el mundo, incluso en los vastos océanos, donde las temperaturas pueden experimentar cambios bruscos.
Los efectos del cambio climático son evidentes en todo el mundo, incluso en los vastos océanos, donde las temperaturas pueden experimentar cambios bruscos. Un ejemplo de esto es el caso del océano Atlántico, que anteriormente estaba “hirviendo” y ahora está comenzando a enfriarse. Analicemos las consecuencias de esta transformación.
En la actualidad, realizar pronósticos meteorológicos acertados se está haciendo cada vez más difícil debido a los cambios que ocurren en las condiciones climáticas a nivel mundial. Por ejemplo, aproximadamente tres meses atrás se había predicho que la época de huracanes de este año sería muy activa.
Las temperaturas en los océanos: un fenómeno complicado
Entre las razones de esta afirmación estaba que el Atlántico tenía temperaturas muy elevadas. Pero ahora, en un corto periodo de aproximadamente 90 días todo el panorama cambia. Puesto que los estudiosos del clima están detectando un enfriamiento paulatino de este océano que es sorprendente.
//Mirá también: Cuándo llega la tormenta de Santa Rosa con lluvias en Argentina, ¿qué provincias se verán afectadas?
En el último trimestre, se detectó un cambio brusco y sorprendente en las temperaturas medias del océano ecuatorial, alternando rápidamente entre cálidas y frías. Este fenómeno está ocurriendo a una velocidad sin precedentes y podría desencadenar una serie de eventos climáticos inesperados con efectos en cadena.
La rapidez del enfriamiento actual supera incluso la observada en 1982, que ya fue notablemente alta. Los científicos sugieren que esto podría ser una especie de “Niña Atlántica” que precede a una “La Niña” más fría que afectaría al océano Pacífico.
Es importante destacar que este fenómeno se está produciendo en un estrecho corredor cerca de la costa africana, a lo largo del ecuador. Normalmente, en esta zona, el enfriamiento ocurre durante el verano debido al aumento de los vientos alisios que soplan hacia el oeste en esta época del año.
La interacción entre los vientos y el agua suele provocar una disminución en la temperatura, cuyo impacto puede variar según el año. Sin embargo, la situación actual es diferente: la disminución de la temperatura en el Atlántico coincide con una reducción en los vientos alisios.
//Mirá también: El Atlántico se enfría a ritmo inusual y hay preocupación entre los meteorólogos
Normalmente, esta reducción de los vientos alisios llevaría a que el océano Atlántico ecuatorial se calentara, pero en este caso está ocurriendo lo contrario. Este fenómeno requiere una investigación más profunda, ya que los científicos aún no comprenden completamente por qué está sucediendo.
A pesar de que algunos expertos revisaron los mecanismos habituales que podrían explicar este cambio, ninguno parece encajar con el patrón observado. Una posible explicación es la aparición de una “Niña del Atlántico”, la cual podría ser oficialmente reconocida si las temperaturas del agua permanecen 0,5 °C por debajo del promedio durante otro mes.
Cómo influye este enfriamiento en el clima
El enfriamiento del océano Atlántico tiene un impacto global en la humedad y temperatura, alterando así el clima. En particular, este fenómeno contribuye a que “La Niña del Pacífico” aumente las precipitaciones en Brasil, mientras reduce las lluvias en la región del Sahel en África.
Asimismo, provoca un clima más seco en el oeste de Estados Unidos y México. Además, influye en la intensidad y duración de la temporada de huracanes, al estar asociado con un incremento en la actividad de sistemas tropicales provenientes del este de África.
Este enfriamiento incrementa el desarrollo de huracanes y ciclones al aumentar el número de circulaciones tropicales que se originan en la costa africana. La tendencia de enfriamiento en la línea ecuatorial podría intensificar esta situación si persiste.
En resumen, se observó cómo la disminución de la temperatura en las aguas del Atlántico está afectando el clima global. Los expertos están preocupados por las posibles consecuencias y subrayan la necesidad de tomar medidas preventivas, especialmente en los países costeros.