El hielo marino se derrite a una velocidad récord y la comunidad científica teme por el clima global
Revelaron por qué podría pasar de ser un “refrigerador” para el planeta a ser una fuente de calentamiento climático. Más detalles.
Desde 2012 a la fecha, la masa de hielo que se encuentra en la Antártida se derritió tres veces más rápido y se encuentra en niveles mínimos históricos. Esto hizo que el nivel del mar creciera de forma cada vez más acelerada.
La información satelital analizada por expertos del Centro Nacional de Datos sobre Hielo y Nieve de Estados Unidos (NSIDC, por sus siglas en inglés) arrojó que el hielo marino está significativamente por debajo de cualquier nivel de la temporada de invierno registrado anteriormente.
“La superficie de hielo marino que rodea la Antártida está ahora muy por debajo de cualquier nivel invernal registrado anteriormente. Está tan lejos de todo lo que hemos visto que es casi increíble”, comentó Walter Meier, quien monitorea el hielo marino en ese centro de estudios.
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La superficie con hielo en la Antártida por estas fechas es de 18.750 millones de kilómetros cuadrados, sin embargo, desde hace un año, la superficie con hielos flotantes en esta época del año fue de solo 18.200 millones de kilómetros cuadrados.
Otro dato relevante de las mediciones satelitales es que las aguas cercanas a la Antártida presentaron durante la segunda y tercera semana del mes de septiembre la mayor acumulación anual de hielo flotante, lo que confirma el descongelamiento de la masa de hielo.
El hielo que flota en la Antártida y su posterior desaparición tiene gran importancia ambiental y climática por diversos motivos. Es que el hielo flotante sirve de espejo de las radiaciones y actúa casi como un refrigerante.
Si el hielo desaparece, el agua marina se calienta, facilitando la destrucción de los glaciares que llegan al litoral antártico y, por tanto, también, influye indirectamente en el riesgo de aumento del nivel del mar.
Según afirmó la profesora Caroline Holmes, del Servicio Antártico Británico, “los impactos de la reducción del hielo marino en la Antártida pueden volverse más evidente con la llegada del verano austral, cuando existe la posibilidad de que se produzca un ciclo de retroalimentación imparable de derretimiento del hielo”.
“Eso podría agregar mucho más calor al planeta, alterando el papel habitual de la Antártida como regulador de las temperaturas globales”, remarcó la profesora Holmes.
El meteorólogo Robbie Mallet, que reside en la península Antártica, dijo que se está volviendo evidente el hecho que la Antártida es cada vez más vulnerable al cambio climático respecto a lo que se pensaba anteriormente.
“Es una señal realmente alarmante de un cambio climático en la Antártida que no se había producido en los últimos 40 años. Y recién ahora está emergiendo”, concluyó.