El Gobierno lanza un plan para desarrollar nuevas empresas de biotecnología
Ofrece financiamiento, incentivos fiscales y otros beneficios para expandir el entramado productivo que permita desarrollar productos sustentables.
Si bien no se encuentra entre los países líderes, la Argentina es considerado un país referente en la producción regional de biotecnología, un sector en el que compiten 120 empresas que se concentran en distintos campos productivos como medicamentos y otros insumos para el cuidado de la salud humana; producción de semillas y micropropagación; sanidad y manejo ganadero y la reproducción humana asistida.
Se trata de un negocio que factura anualmente poco más de $3.140 millones; que exporta alrededor de un cuarto de lo que produce, que da trabajo a 3.000 personas y que se expandió a partir de una ley específica sancionada durante el gobierno de Néstor Kirchner.
Para los expertos, la potencialidad de esta industria no está dada por su capacidad de generación de empleo, sino por el poder multiplicador en actividades ubicadas “aguas abajo” en el tramado productivo, en especial en la producción de semillas transgénicas, donde la Argentina sí está entre los países de avanzada en el desarrollo y lanzamiento comercial, particularmente en los cultivos de soja, maíz y algodón.
Se destaca también a la biotecnología por contribuir a mejorar el desarrollo y crecimiento de las plantas, aumentar la productividad de las cosechas o permitir un uso más eficiente de los recursos. Es decir, como un herramienta positiva para promover una agricultura sustentable que permita conservar la diversidad y productividad de los sistemas biológicos, al mismo tiempo que ayuda a cuidar los recursos limitados.
Ocurre que no sólo ofrece nuevas formas para optimizar los recursos, sino que también permite superar desafíos de la alimentación de la población que crece.
Impulso
A partir de este escenario, el Gobierno acaba de lanzar un plan para promocionar la creación de nuevas empresas de biotecnología a partir de otorgar financiamiento, incentivos fiscales y otros beneficios que permitan expandir el entramado productivo de este sector.
En este sentido, el Ministerio de Desarrollo Productivo abrió una convocatoria al denominado Régimen de Promoción para empresas que presenten proyectos de biotecnología aplicados productos para la salud humana y animal, el agro, medio ambiente y energías renovables.
A través del Decreto 289/2021, publicado este martes 4 de mayo en el Boletín Oficial, el ministerio a cargo de Matías Kulfas determinó que se podrán postular aquellas empresas que presenten proyectos que cumplan con requisitos de innovación, sustitución de importaciones y potencial exportador.
A cambio, accederán a la amortización anticipada del impuesto a las Ganancias en un periodo de un año; devolución anticipada del IVA y el otorgamiento de un bono de crédito fiscal correspondiente al 50% de los gastos pagados destinados a las contrataciones de servicios de I+D con instituciones del Sistema Público Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Así lo explicó, María Apólito, subsecretaria de Economía de Conocimiento, para quien la biotecnología es una de las principales fuentes de innovación tecnológica y transformación productiva, y por lo tanto es un factor preponderante para el proceso de crecimiento y desarrollo de la economía nacional. “Es un área que sirve de plataforma tecnológica para numerosas disciplinas y sectores productivos”, resaltó la funcionaria.
En las convocatorias anteriores para este programa que se llevaron a cabo el 2019 y el 2020, el Ministerio de Desarrollo Productivo otorgó beneficios por $300 millones, mientras que para este año el cupo fiscal llega a los $280 millones.
Bono fiscal
Como ejemplo de desarrollo de la biotecnología, fuentes cercanas a Kulfas hicieron referencia al campo de la salud que ha demostrado una gran capacidad de respuesta durante la pandemia del Covid-19, colocando a Argentina entre los países con mayor potencial para el desarrollo de soluciones biotecnológicas como kits diagnósticos, el tratamiento con suero equino hiperinmune y desarrollos iniciales de vacunas.
También recordaron que la reglamentación de la actual ley para esta industria busca recrear un marco jurídico más dinámico que acompañe el avance del sector y por primera vez –desde la sanción de la Ley 26.270 de 2007– concreta el beneficio del bono de crédito fiscal que se otorga a los beneficiarios que cuenten con proyectos de investigación y/o desarrollo aprobados y que, con ese beneficio, no pagarán el equivalente al 50 % de los gastos efectivamente pagados, destinados a las contrataciones de servicios de investigación y desarrollo.
El bono será nominativo e intransferible, pudiendo ser aplicado por un plazo de 10 años contados a partir de la fecha de su emisión al pago de los montos a abonar en concepto de Impuesto a las Ganancias e Impuesto al Valor Agregado, ya sea en concepto de anticipos o de saldos de declaraciones juradas.
Según la reglamentación de la ley, el bono de crédito fiscal también podrá ser utilizado, en caso de operaciones de importación, para la cancelación de Ganancias y del IVA en la medida en que se origine por la adquisición de insumos, bienes de capital, partes y/o componentes destinados a la fabricación local de bienes vinculados con la biotecnología.