El cultivo de cannabis, ¿contribuye al cambio climático?

El cultivo de cannabis impacta y contribuye al cambio climático. A esta conclusión arribó un informa que llevó a cabo la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

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En el reporte, “Informe Mundial sobre las Drogas 2022”, el organismo alerta sobre los impactos ambientales de los mercados de drogas en general. Así aclaran que el impacto de los cultivos ilícitos y la fabricación de drogas es relativamente pequeño en comparación con el del sector legal agrícola o farmacéutico. Sin embargo, “los mercados de drogas ilícitas, pueden tener impactos locales, comunitarios o individuales en el medioambiente”, señalaron.

“La producción de cultivos ilícitos generalmente toma lugar en áreas remotas, escasamente pobladas, lejos de cualquier presencia gubernamental. Esas áreas pueden ser hogar de ecosistemas muy diversos y frágiles, como como las que se encuentran en reservas forestales y parques naturales”, apuntaron.

Entre los principales hallazgos se encuentra que “la huella de carbono del cannabis cultivado en interiores es entre 16 y 100 veces mayor que la del cannabis de exteriores”. En tanto, la huella de un kilogramo de cocaína “es 30 veces mayor que la de los granos de cacao”.

Consumo de energía

Si el cultivo de cannabis se realiza en el interior de una casa, por ejemplo armando un indoor, la huella de carbono está determinada especialmente por la energía uso: recordemos que se necesitan de equipos especiales para mantener la temperatura y la humedad, y para luces de cultivo.

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“Tales medidas de control del clima representan más del 80 por ciento de la huella de carbono”, señalan y aclaran que el tráfico de drogas “también puede estar indirectamente relacionado con la energía usar si se utilizan criptomonedas en las ventas en línea”.

Deforestación por la coca

En el informe de detallaron que la producción de cultivos ilícitos puede afectar deforestación directa e indirecta. ¿Cómo? Puede implicar la deforestación acelerada de las reservas naturales, lejos del control gubernamental. Por ejemplo, citan el caso de Colombia, donde cerca del 50% de la tala de árboles de las regiones de Putumayo y Catatumbo se realiza para la plantación de arbustos de coca.

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Allí, las hectáreas de cultivos en zonas montañosas aumentaron un 272% entre 2015 y 2020. En general, se estima que la mitad de los cultivos de coca en Colombia están en zonas con especial protección medioambiental. También explicaron que en Marruecos o Nigeria, el cultivo de cannabis provocó un impacto en ecosistemas que ya de por sí son frágiles, y produce a la escasez de agua y pérdida de biodiversidad.

Otros impactos

Otros impactos ambientales son la considerable deforestación asociada al cultivo ilícito de cacao; los residuos generados durante la fabricación de drogas sintéticas, que pueden llegar a ser de 5 a 30 veces el volumen del producto final y el vertido de residuos, que puede afectar directamente el suelo, el agua y el aire, así como indirectamente a los organismos, los animales y la cadena alimentaria.

¿Afecta al mar?

Según el informe, el volumen de los residuos de la fabricación de drogas sintéticas, que suelen terminar en los mares y los ríos de los países productores.

“Es hasta 30 veces mayor que el del producto final, que se consume principalmente en Europa y Norteamérica”, afirmaron. Tras calcular en base a la cantidad de drogas sintéticas incautadas durante 2022, “la ONU estima en hasta 4.300 toneladas el total de desechos mundiales por año producidos por el éxtasis, las anfetaminas y las metanfentaminas”.