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Innovación

El avión más grande del planeta tendrá un equivalente a 3 pisos y será una pieza clave para impulsar la transición energética

De qué se trata este proyecto que sorprende al mundo y cuál es la nación detrás de su desarrollo.

WindRunner, desarrollado por la firma Radia, apunta a convertirse no solo en el avión más grande del mundo, sino también en una pieza clave para impulsar la transición energética y el crecimiento de la industria eólica global. Es una combinación de ambición, ingeniería extrema y sello nacional.

El avión más grande del planeta tendrá un equivalente a tres pisos

En un país acostumbrado a pensar a lo grande, esta aeronave está por sumar un nuevo ícono a su vitrina tecnológica. De qué se trata este proyecto que sorprende al mundo y cuál es la nación detrás de su desarrollo.

El avión más grande del planeta está por despegar: una altura equivalente a un edificio de tres pisos

Estados Unidos es el país que lleva adelante este proyecto monumental. La idea nació de un desafío tan simple como gigantesco: ¿cómo transportar por tierra palas de turbinas de más de 100 metros, esenciales para parques eólicos cada vez más potentes? Carreteras angostas, túneles, puentes y puertos hacen casi imposible mover estas estructuras sin intervenir medio país. Allí surge el WindRunner, un coloso aéreo creado para cambiar las reglas del juego.

Estados Unidos busca impulsar la transición energética de la industria de la aviación

Radia afirma que este colosal avión, de 108 metros de largo y una altura equivalente a tres pisos, podrá transportar aspas de hasta 105 metros directamente a zonas rurales sin depender de aeropuertos tradicionales. Su diseño de vanguardia incluye una envergadura de 80 metros, cuatro motores de gran potencia y un fuselaje de aluminio preparado para operar incluso en pistas de tierra, una condición indispensable para acceder a los parques eólicos más remotos.

¿Cuándo entrará en servicio el avión más grande del planeta?

El cronograma ya está definido: el primer vuelo está previsto para 2029, la certificación para 2031 y su entrada en servicio comercial ese mismo año. Para Radia y su CEO, Mark Lundstrom, el proyecto representa una oportunidad histórica. “Si no podemos mover las piezas, no podemos avanzar hacia una energía verdaderamente limpia”, advierte.

La iniciativa cuenta con el respaldo de figuras de alto perfil, como el exsecretario de Energía de Estados Unidos, Ernest Moniz, y el ex primer ministro australiano Malcolm Turnbull. 

También recibe miles de millones en inversión pública y privada, una señal de que Washington considera al WindRunner una ventaja estratégica no solo para el sector eólico, sino también para el transporte de carga pesada, el ámbito militar y otros usos especiales.

El WindRunner no es simplemente un avión: es un símbolo de época, una declaración de la convicción estadounidense de que la innovación puede -y debe- asumir dimensiones gigantescas.

Fecha de publicación: 10/12, 6:34 am