Ecodiseño en acción: las botellas de plástico cambian en Europa
Al cambio de la tapa incorporada se le suma otro que los consumidores deberán empezar a acostumbrarse Por qué se aplica.
A partir del 1 de enero de 2025, las botellas de plástico en Europa presentan una modificación significativa. Además de la tapa incorporada al envase, ahora rigen nuevas disposiciones del Real Decreto 1055/2022 de la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados, con el objetivo de fomentar una economía circular.
//Mirá también: Qué botellas de plástico son seguras para reutilizar sin riesgo para la salud
Botellas de plástico más amarillentas
Las nuevas regulaciones establecen que las botellas de plástico deben contener al menos un 25% de plástico reciclado y priorizar el reciclaje de materiales. Uno de los cambios más destacados es que las botellas PET (tereftalato de polietileno) ahora deberán incorporar más plástico reciclado en su fabricación, lo que afectará tanto a las empresas productoras como a los consumidores. Como resultado, las botellas podrían presentar un color menos cristalino y adoptar un tono más amarillento o grisáceo.
Aunque este cambio en la apariencia puede sorprender a los compradores, especialmente en mercados como Suecia e Italia, donde ya se han comenzado a ver botellas de este nuevo color, los consumidores no deben alarmarse, ya que el cambio responde a la nueva normativa que busca optimizar la sostenibilidad y mejorar los procesos de reciclaje.
Más ecodiseño en Europa
Una de las disposiciones clave de la ley establece que las tapas y tapones deben estar unidos al recipiente durante el uso del producto, y los tapones de metal con sellos plásticos ya no serán considerados plásticos. Además, las compañías deberán alcanzar un 77% de recolección separada de botellas de plástico de hasta 3 litros para su reciclaje.
//Mirá también: Por qué la ONU declaró al 2025 como el año internacional de los glaciares
Este cambio también incluye la implementación de medidas de ecodiseño, como etiquetas más fáciles de separar y materiales más compatibles con los sistemas de reciclaje actuales. Estos esfuerzos ayudarán a garantizar que los plásticos sean recuperados en mejores condiciones y se puedan reutilizar más eficazmente.
Así, aunque el color de las botellas cambie, el objetivo sigue siendo el mismo: mejorar la sostenibilidad, reducir la contaminación y facilitar el reciclaje, lo que contribuirá a un futuro más limpio y circular para el medio ambiente.
