Denuncian que una empresa saudí roba agua para consumo humano y riego

Desde hace más de una década, vecinos y diversos grupos dedicados al cuidado del ambiente y los recursos naturales de Córdoba estuvieron denunciando que la empresa saudí Fondomonte South América S.A. está expoliando gran parte del agua destinada al consumo humano y al riego en el departamento San Alberto, en la región oeste de la provincia. El Foro Ambiental Traslasierra alertó sobre esta situación, que según ellos, se está agravando. Afirman que la empresa, una de las más grandes del Golfo Pérsico, extrae agua para cosechar alfalfa, la cual luego exporta al Medio Oriente para alimentar al ganado de la compañía lechera Almarai de Arabia Saudita.

Las organizaciones denuncian el expolio del acuífero Los Cerrillos de San Vicente: “Por supuesto que Fondomonte no es la única empresa, también está la aceitera Deheza y otros productores. Pero lo cierto es que esta primera empresa que nombré se ha vuelto emblemática y, según nuestros cálculos, es la principal consumidora de agua subterránea en la zona”, explicó Daniel Emmerich, Doctor en Ciencias Biológicas, docente de nivel terciario, investigador asociado en el Instituto de Biodiversidad Neotropical del Conicet (Tucumán) y miembro del Foro Ambiental Traslasierra (FAT), en diálogo con Tiempo.

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Denuncian que una empresa saudí roba agua

Según relató el biólogo, gran parte del territorio que tiene esta empresa extranjera antes era el monte nativo en buen estado de conservación, “pero lo desmontó y comenzó a expoliar el agua desde 2011 y lo continúa haciendo en la actualidad. Nosotros no hicimos una denuncia formal, sino poner en cuestión y en conocimiento a la sociedad, porque la gran mayoría desconocía lo que está pasando y quienes sabían siempre hablaban en voz baja”.

Sostuvo que “a nivel ambiental, creo sin ánimo de equivocarme, que Córdoba es una de las peores, tal vez la que lleva el primer lugar por todas las políticas que se han hecho y que se siguen haciendo para los negociados agropecuarios e inmobiliarios desbastando así el territorio”.

En ese sentido, mencionó “la aventura de traer agua del Río Paraná hasta Córdoba, porque la provincia en los últimos 30 años fue arruinando esos territorios, deteriorando esas cuencas. Como consecuencia, en la zona del este cordobés hay escasez de agua para consumo humano y riego”.

El principal pilar de lo que sucede se centra en los agronegocios: “a esto hay que agregarle el tema de los desmontes por incendios, porque luego cambia el uso del suelo entre otras cosas, tanto para la ampliación de la frontera agropecuaria como para la inmobiliaria”.

El FAT ya registró cinco videos intentando mostrar el problema de las cuencas “y toda esta realidad que sucede aquí sobre la crisis hídrica que estamos atravesando cada verano con mayor intensidad”.

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Cuál es el impacto ambiental que esto produce

En las últimas semanas, un grupo de Mina Clavero retomó los datos publicados por el Foro hace más de un año, generando eco en los medios de comunicación provinciales y nacionales. “Eso fue muy importante para todos nosotros, por eso hoy estos hechos están en boca de todos”, valoró el investigador.

Las organizaciones exigen que Fondomonte explique “el impacto ambiental que produce y sigue produciendo, y que se hagan públicos todos los permisos que les fueron otorgados a lo largo de estos 13 años”.

Según afirman, desde que la empresa comenzó sus operaciones, no ha presentado ningún informe para informar a la ciudadanía sobre sus actividades. “No han comunicado sus avances, ni qué tipo de permiso tienen para el expolio. No se puede decir uso de agua, porque lo que están haciendo en este acuífero, que es una reserva única que deberíamos cuidar para el futuro, es expolio”, advirtió Emmerich.

Días atrás el secretario de Recursos Hídricos de la provincia, Edgar Casteló, declaró al diario La Voz del Interior que ellos son muy estrictos, cumplidores y que el acuífero había bajado solo 7 centímetros. Para el docente y miembro del FAT, la clase política siempre hace “una negación a lo que exponemos los defensores ambientales, pero nosotros sabemos en forma clara y precisa, que además del expolio del agua hay muchos otros negocios; no tenemos duda de eso”.

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Pozos de agua secos

Casteló también sostuvo que ellos hacen “los informes cada trimestre, que él alguna vez pudo cotejar mandando gente a que verifique ese informe”, apuntó Emmerich. Continuó relatando que se trata de “una cuestión del cordobesismo que tiene toda la discursiva, todo el relato, como para negar y confundir a los ciudadanos sobre lo que realmente está pasando”.

Las poblaciones aledañas, pequeños poblados de gente humilde que ha vivido ancestralmente en el monte cosechando frutas, verduras y criando animales, están en problemas; y otros se han visto obligados a irse porque se han quedado sin agua en sus pozos. En algunos casos, han tenido que profundizar los pozos no unos pocos centímetros, como asegura la empresa, sino varios metros, entre 10 y 20, explicó Emmerich. Esta agua de buena calidad debería ser preservada como un tesoro para el futuro, especialmente considerando el estrés hídrico a nivel local y mundial.

Emmerich advirtió que Fondomonte “no permite que haya controles, porque prima el negocio que están llevando adelante”. Aclaró que hasta el momento no cuentan con datos suficientes, como la cantidad de energía eléctrica que usan para el riego y el gas para el secado de la alfalfa, debido a que son productores multinacionales.

Según explicó, Fondomonte es propietaria de tres campos que suman 12.306 hectáreas destinadas a la producción de alfalfa. “Estos empresarios tuvieron serios problemas en Arizona, Estados Unidos, donde no les renovaron los contratos debido al impacto sobre el agua subterránea de allí. Por suerte, ahora el tema se ha visibilizado y está en discusión”, celebró el ambientalista.