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De la universidad al hospital: científicos argentinos crean un respirador que reemplaza la tarea de los médicos

Se trata de un sistema de automatización mecánica del aire que reciben los pacientes con Covid-19 fabricado completamente en la Argentina.

A partir de las necesidades de contar con mayor equipamiento e infraestructura para hacer frente al combate del coronavirus, el Gobierno decidió financiar investigaciones relacionadas a la pandemia del Covid-19.

El canal para llevar a cabo este proceso es la Agencia de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) que destinará hasta u$s5 millones para el conjunto de los proyectos que resulten seleccionados en la presente convocatoria.

En este marco, el ente que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación acaba de seleccionar el primero de esos proyectos que fue presentado por miembros del Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) y del Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados (GEMA) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

Este grupo de científicos diseñó un novedoso sistema de emergencia que reemplaza la tarea que realizan enfermeros y médicos en el uso de respiradores manuales y que cuenta con sensores que permiten saber con precisión el volumen de aire que entra a los pulmones de un paciente enfermo de coronavirus.

El equipo utiliza insumos y autopartes amigables con el medio ambiente y hasta permite ahorrar el  el gasto de energía que generan los respiradores manuales, a la vez de otorgar una mejora en la tareas de los profesionales.

El dinero que reciban será usado para poder poner en producción este respirador mecánico de emergencia de presión regulada y volumen controlado que, según explican sus autores se diseña a partir de la automatización del uso de un respirador manual tipo AMBU (Artificial Manual BreathingUnit).

Por lo menos así lo indica Facundo Pasquevich, miembro del grupo a cargo del diseño, para quien “los sensores del equipo hacen que se pueda saber qué volumen de aire está entrando a los pulmones del paciente, a diferencia de los respiradores que usan AMBUS, que solamente controlan la presión de aire, pero no el volumen y esto es fundamental en pacientes con Covid-19”.

¿Cómo funciona?

Según el informe presentado por el grupo de científicos, el mecanismo provee de presión positiva de ventilación pulmonar a pacientes con dificultades para respirar.

“Sirven para lograr un soporte temporario mientras se logra estabilizar al paciente y derivarlo a un respirador mecánico avanzado”, detalla Pasquevich, para quien el aparato logra reemplazar al profesional que realiza esta tarea de forma manual y que puede usar entonces ese tiempo a otras tareas vinculadas al Covid-19.

Al respecto, Marcos Actis vicepresidente del Área Institucional de la UNLP, aseguró que el prototipo se adapta a las necesidades que presenta el paciente “y responde en forma adecuada a lo que a la vez reclama el especialista”.

Respecto al diseño del nuevo respirador, en la presentación hecha a las autoridades, los expertos lo describen como caja de aluminio con tapa superior y amarre para ser transportada a mano; con un display digital frontal que permite observar distintos parámetros y otorga la posibilidad de incorporar diferentes botones o potenciómetros.

Tiene a su vez, ranuras laterales de ventilación para facilitar la circulación de aire hacia el cooler ubicado en su parte posterior y refrigerar así la electrónica y el motor durante la operación.

Según el diseño, sus medidas aproximadas son de 315 mm de alto y 300 mm de ancho, con un peso de 10 kilos que permiten que sea ubicado en una mesa pequeña junto a la cama del paciente.  Adicionalmente, cuenta con baterías que le permiten una autonomía de 24 horas de uso en caso de que falle la energía eléctrica del establecimiento.

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Fecha de publicación: 13/05, 6:27 am