Creó un «imperio» de fragancias eco-friendly con solo u$s 300 y una batidora
Andrew Nicol fundó Element Brooklyn, que en 2024 superó los 2 millones de dólares en ingresos y proyecta alcanzar los 8 millones para 2025.
En el momento en que Andrew Nicol se graduó en Derecho en la Universidad de Harvard en 2008, su futuro parecía orientado hacia una carrera estable y lucrativa en un prestigioso bufete de Nueva York. No obstante, menos de una década después, dejó la abogacía para dirigir la logística de Element Brooklyn, una próspera empresa de fragancias.
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Hoy, su compañía genera millones de dólares gracias a un modelo de negocio centrado en jabones, velas y productos de cuidado personal, con un fuerte compromiso con la sostenibilidad.
Del Derecho a los aromas: la historia de Element Brooklyn
Según CNBC, el camino de Nicol hacia el éxito fue tanto inesperado como arriesgado. Tras varios años ejerciendo como abogado con un salario anual de 180.000 dólares, más bonificaciones, comenzó a replantearse su futuro.
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«Lo que más me interesó siempre fue la estrategia empresarial». Abandonar una carrera tan prometedora para iniciar un negocio con apenas u$s 300 parecía una locura, pero para él era la oportunidad de acercarse a su pasión: emprender.
Su primera experiencia en el mundo empresarial fue con TripExpert, una plataforma enfocada en recopilar reseñas de viajes profesionales. Aunque la iniciativa tuvo buenos resultados, la pandemia de COVID-19 golpeó duramente al sector turístico, lo que lo llevó a buscar nuevos caminos.
Fue entonces cuando identificó una carencia en el mercado de fragancias de alta gama: la falta de sistemas de recarga sostenibles. «Podías ir a un Target o a un Walmart y encontrar opciones de recarga sostenibles para tus jabones y cremas», explicó. Sin embargo, añadió: «Pero si querías un producto de muy alta calidad y con una fragancia lujosa de una especie de marca de diseñador, básicamente no tenías opciones de recarga».
Una ganancia proyectada en 8 millones para 2025
Junto a su padre, ingeniero químico, Nicol comenzó a experimentar con la fabricación de productos. Con una inversión inicial de 300 dólares, utilizaron una batidora KitchenAid para producir los primeros lotes de jabón.
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El primer artículo de Element Brooklyn fue un jabón de manos llamado Mandarin Crush, que se vendía por 19 dólares y se agotó rápidamente tras volverse viral en TikTok e Instagram.
Después del éxito con los jabones, expandieron la línea de productos a velas y cremas, manteniendo siempre el enfoque en las recargas sostenibles y asegurando precios accesibles.
Una vela de la marca se comercializa por aproximadamente 25 dólares, mientras que las recargas cuestan menos de 20. Esta estrategia ha dado grandes resultados: en 2024, Element Brooklyn superó los 2 millones de dólares en ingresos y proyecta alcanzar los 8 millones para 2025.
Según Nicol, el éxito de su empresa se debe en gran parte a la combinación de productos de alta calidad a precios accesibles y el uso estratégico de las redes sociales para llegar a más clientes.
Además, su enfoque en la sostenibilidad no solo ha fidelizado a los consumidores, sino que también ha facilitado alianzas con clubes de salud y spas que buscan ofrecer experiencias premium.
Aunque enfrenta constantes desafíos en su rol actual, no extraña su antigua profesión. «Era un trabajo muy adulto. Me vestía con traje y corbata todos los días y entraba en mi oficina con paredes de madera y una secretaria en la entrada», recuerda. Hoy, rodeado de envíos y fragancias en su depósito, disfruta de una rutina mucho más dinámica y, sobre todo, más satisfactoria.
Fuente: iProfesional