Crean un seguro único en el mundo busca conservar al felino más grande de América
Se trata del yaguareté, una especie clave del Bosque Atlántico que está en peligro crítico en la Argentina. De qué se trata.
El yaguareté, o la “verdadera fiera” en guaraní, ya tiene un seguro único en el mundo que busca poder conserva a esta especie en clave del Bosque Atlántico que está en peligro crítico a nivel nacional.
Como una de las causas de esta situación es la persecución directa motivada por la caza de represalia tras eventos de predación sobre el ganado o animales de compañía, se desarrolló un seguro inédito en el mundo para compensar a los productores y familias ante esos casos, un camino que permite unir dos modelos que, hasta hoy, eran antagónicos: producción y conservación.
Conservación de la naturaleza
Desde Aves Argentinas, organización centenaria dedicada a la conservación, trabajan con el municipio de Comandante Andresito en el Corredor Municipal de Conservación y Desarrollo Península Andresito: ubicado al extremo norte de Misiones, es un sitio de más de 5000 hectáreas de una magnífica biodiversidad. Esta iniciativa se enfoca en la protección de los bosques nativos y la promoción de actividades económicas compatibles con la conservación de la naturaleza.
En este contexto, «uno de los grandes desafíos es desarrollar buenas prácticas para el manejo de animales de compañía y producción para coexistir con grandes predadores como el yaguareté». «Es así que resulta fundamental la articulación entre organizaciones públicas y privadas para pensar en soluciones adaptadas al contexto local, con foco en la prevención y compensación por pérdidas», explicaron en un comunicado de prensa.
Para prevenir eventos de predación a los animales domésticos, el equipo de Aves Argentinas, en alianza con otros actores regionales, como el Instituto Misionero de la Biodiversidad, el Ministerio de Ecología provincial, el Municipio de Comandante Andresito, Projeto Onças do Iguaçu, Proyecto Yaguareté y el Refugio de animales silvestres Güirá Oga, implementó una estrategia de coexistencia con la vida silvestre.
La iniciativa, busca implementar mejoras en el manejo del ganado y los animales de compañía de las familias vecinas. Es así que el equipo en territorio instala luces intermitentes (foxlights), cercos eléctricos para limitar que el ganado acceda al monte, coloca cencerros y construye caniles para la protección de los animales de compañía.
Cómo es el seguro para conservar al yaguareté
De forma complementaria a las estrategias de prevención, se desarrolló junto a la empresa Río Uruguay Seguros y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) una póliza que compensará a los productores que pierdan vacas, cerdos u otros animales que hayan sido cazados por un yaguareté. Esta compensación económica busca evitar la “caza de represalia”, con costo cero para los productores.
Ante estos incidentes, una respuesta rápida es vital para prevenir daños mayores y abordar la situación de manera eficaz. El primer paso es identificar la especie involucrada: las marcas de mordida, los restos de la presa y las huellas pueden ofrecer pistas. En simultáneo se utilizan cámaras trampa para confirmar la especie e incluso identificar al individuo. El seguimiento detallado de yaguaretés problemáticos, por ejemplo, ayuda a crear estrategias para casos de reincidencia.
“Aves Argentinas actúa como perito técnico, buscando rastros del predador y analizando los restos del animal predado para identificar a la especie responsable” expresó Rodrigo Fariña, Coordinador del Proyecto Bosque Atlántico de Aves Argentinas.
Qué pasa con el yaguareté en Misiones
Como máximo predador de la selva, el yaguareté ocupa la cima de la cadena trófica. Su presencia en la selva es un indicador de la salud del ambiente: si hay un ecosistema selvático en buen estado, con poblaciones animales que le sirven de sustento, habrá yaguaretés.
«Pero durante los últimos dos siglos, en Argentina las poblaciones de este felino han sufrido una reducción de su distribución de más del 95%. En este declive se conjugan varios factores: la alteración de su hábitat, la disminución de sus presas naturales, el atropellamiento en rutas y la constante persecución de la especie», precisaron desde la ONG.
Hoy, se estima que en los relictos de la selva misionera quedan menos de 100 ejemplares del felino más grande de América. Conservar a una especie en peligro crítico es un desafío que requiere de una estrategia integral, uniendo fuerzas entre diversas instituciones para promover prácticas sostenibles que garanticen la supervivencia de esta especie amenazada y su frágil ecosistema.