COP29: Un paso clave para reducir las emisiones de metano de residuos orgánicos

En un avance clave para combatir el cambio climático, la COP29 dio un paso significativo para controlar las emisiones de metano, un gas de efecto invernadero que, aunque menos conocido que el CO2, tiene un impacto mucho más fuerte en el calentamiento global.

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Este martes, en la cumbre climática que se realiza en la capital de Azerbaiyán, los países presentes aprobaron una declaración enfocada en reducir las emisiones de metano procedentes de los residuos orgánicos.

Metano, un gas contaminante

Cerca del 20% de las emisiones de metano a nivel mundial provienen de la industria de los residuos, y los desechos orgánicos, como restos de alimentos, son una de las principales fuentes de este gas en la atmósfera. Los expertos afirman que la descomposición de estos residuos en vertederos, estanques abiertos y aguas residuales genera grandes cantidades de metano, lo que acelera el calentamiento global.

Los gases de efecto invernadero, como el metano, funcionan como un invernadero, atrapando el calor del sol y evitando que escape al espacio, lo que contribuye al aumento de las temperaturas globales. La actividad humana ha sido un factor decisivo en el aumento de estos gases, lo que provoca fenómenos climáticos extremos, como olas de calor, sequías, inundaciones, huracanes y el aumento del nivel del mar debido al deshielo de los polos.

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En la COP28 celebrada en Dubái, los países se concentraron en las emisiones de metano provenientes de los combustibles fósiles. Ahora, en la COP29, el foco se amplió a la industria de los residuos, un sector clave en la lucha contra el metano. Mukhtar Babayev, presidente de la COP29 y ministro de Ecología de Azerbaiyán, destacó el peligro del metano y el aumento de sus emisiones debido a la industria de los residuos, enfatizando que la solución debe pasar por mejorar la gestión y tratamiento de los residuos orgánicos.

Según la Evaluación Mundial del Metano del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), para limitar el calentamiento global a 1,5°C, será necesario reducir las emisiones de metano de la industria de los residuos en un 30-35% para 2030 y en un 55% para 2050.

El compromiso global busca reducir las emisiones de metano, con países como la Unión Europea y Estados Unidos a la vanguardia, y la participación de más de un centenar de países que representan más del 70% de la economía mundial. Su objetivo es reducir, para 2030, las emisiones globales de metano en al menos un 30% respecto a los niveles de 2020.

Los expertos también destacan la necesidad de vincular las acciones de control del metano con las contribuciones nacionales que los países presentarán el próximo año, con objetivos más ambiciosos para combatir el cambio climático y reducir el desperdicio de alimentos, en línea con los compromisos del Acuerdo de París. Además, se requieren inversiones en proyectos innovadores para capturar el metano de la atmósfera, con alianzas entre gobiernos y empresas privadas.