COP28: ¿Qué esperar y por qué es importante?
La cumbre es una oportunidad para que los países tracen metas climáticas más ambiciosas. Se llevará a cabo del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
Este año, los efectos del cambio climático continúa con la tendencia de ser más catastróficos y sin precedentes, ejemplo de ello, son los incendios en Chile, sequías en Uruguay y Argentina, inundaciones en Perú, el huracán Otis en México, que ocasionaron pérdidas en vidas, ecosistemas, economía e infraestructura.
Se prevé que entre 2023 y 2027, la temperatura media anual sea entre 1.1°C y 1.8°C superior a la media de 1850 – 1900, cuya referencia es anterior a las emisiones contaminantes procedentes de actividades humanas e industriales, según la ONU. Ante este panorama, la COP 28 es una oportunidad para que los países tracen metas climáticas más ambiciosas, la cumbre se llevará a cabo del 30 de noviembre al 12 de diciembre con sede en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
De acuerdo con The Climate Reality Project América Latina, la COP 28 tiene el potencial de ser la reunión más importante desde la cumbre de París, por tres factores específicos. En primer lugar, este 2023 será probablemente el año más caluroso jamás registrado, con desastres climáticos simultáneos que se desarrollan en todo el mundo, es una vista previa de nuestro futuro y una nueva urgencia a tratar en las conversaciones y negociaciones. En segundo lugar, durante las sesiones se va a presentar el primer balance global del progreso hacia los objetivos de París, que destaca los límites de los esfuerzos actuales y la necesidad de cambiar los sistemas para alcanzar el cero neto. En tercer lugar, la COP 28 está organizada por un petro estado y será dirigida por un director ejecutivo del sector petrolero, lo que abre las puertas a la industria de los combustibles fósiles a dar forma a las negociaciones y desviar las metas ambiciosas hacia la transición energética.
En la misma línea, se espera que con base a las reuniones preparatorias que han redactado documentos de trabajo, alcancen acuerdos que asumirán la forma jurídica y sean adoptadas en las sesiones finales de la Conferencia tales como:
El primer balance global del Acuerdo de París
Su objetivo es evaluar el avance alcanzado en la implementación del Acuerdo de París, para lo cual la sociedad civil y la academia han participado activamente con documentos técnicos como “Balance regional independiente de cambio climático para América Latina y el Caribe” publicado en agosto de 2023. En este sentido, el Balance Global es un elemento fundamental para que los países revisen sus políticas climáticas y las corrijan cuando sea necesario, con la finalidad de alinearlas al objetivo central del Acuerdo de París, mantener la temperatura por debajo de los 2°C y aumentar los esfuerzos para limitar la temperatura a 1.5°C.
Programa de trabajo de Mitigación
La mayoría de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs) presentadas, así como sus actualizaciones no son suficientes para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. Es por esto, que el Programa deberá establecer parámetros sólidos para eliminar gradualmente los combustibles fósiles y aumentar la capacidad de energía renovable y una creciente ambición global hacia la neutralidad de carbono.
Objetivo global de adaptación
En la COP 26 se estableció el Programa de Trabajo Glasgow – Sharm el Sheikh, sobre el Objetivo Global de Adaptación, con el mandato de adoptarlo durante la COP 28. En septiembre de 2023, las Partes y actores no gubernamentales presentaron una amplia gama de opciones con diversas sugerencias y diferentes niveles de detalle con respecto tanto a la infraestructura como al contenido sustantivo del Objetivo Global de Adaptación, cuyo fin es reforzar la resiliencia de nuestras sociedades al cambio climático a través de indicadores y métricas multilateralmente aceptadas.
Financiamiento climático, incluido el Fondo para pérdidas y daños
El financiamiento es un tema central en cada COP, debido a que es imprescindible para que los países en desarrollo puedan realizar acciones de mitigación y adaptación. Algunas metas a resaltar es que para 2025, se debe duplicar el financiamiento para la adaptación, lo que supone 120,000 millones de dólares anuales. Asimismo, se debe cumplir con la meta de movilizar 100,000 millones de dólares anuales para financiamiento climático, para lograr un equilibrio en los flujos financieros para la mitigación y adaptación; movilizar recursos nuevos y adicionales para el Fondo de Pérdidas y Daños, creado en la COP 27, la consolidación de este Fondo será una prueba del éxito del multilateralismo y del compromiso con los países vulnerables.
Diálogos políticos y temáticos
El 1 y 2 de diciembre, la COP será el espacio en el que Jefes de Estado y otros representantes gubernamentales de alto nivel, líderes empresariales, de la sociedad civil, jóvenes y organizaciones de pueblos indígenas compartirán acciones y planes concretos para combatir la crisis climática. Como resultado de la cumbre, se espera principalmente una respuesta política de descarbonización en todos los sectores, que promueva la adaptación, aumente el financiamiento climático y movilice recursos para abordar las pérdidas y daños.
Cabe destacar que, este 2023, se abordará por primera vez el tema de la salud, así como la primera reunión ministerial sobre clima y salud, que tiene como objetivo establecer las medidas prioritarias para la respuesta del sistema sanitario ante el cambio climático, junto con compromisos de financiamiento. La COP 28 es el lugar ideal para que los países, gobiernos y empresas evalúen y mejoren sus compromisos y estrategias para abordar el cambio climático.
La ventana de oportunidad para estabilizar y revertir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero es cada vez más pequeña, los estudios indican que para evitar los efectos más devastadores del cambio climático, el mundo debe reducir sus emisiones de manera acelerada y significativa hasta alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. Sin embargo, las negociaciones multilaterales no avanzan al ritmo que la ciencia y la sociedad exigen. Los países, gobiernos y líderes de opinión tienen una oportunidad para invertir los recursos económicos en la vida y en restaurar los ecosistemas.