Cómo funcionará el ferry eléctrico más grande del mundo

El servicio que ofrece la firma de transporte marítimo Buquebús sumará el primer ferry eléctrico a su flota de seis que ya unen Argentina con Uruguay a través del Río de la Plata entre las ciudades de Buenos Aires; Montevideo; Colonia y Punta del Este.

El catamarán que incorporará la compañía propiedad del empresario Juan Carlos López Mena, es considerado el más grande del mundo en su tipo y comenzará a operar a partir del 2025. 

Su incorporación se vincula a la necesidad de la empresa de utilizar tecnología de propulsión innovadora que le permita aumentar la velocidad de sus viajes para competir contra las aerolíneas que también ofrecen un servicio para cruzar el Río de la Plata.

Si bien se mencionó que el nuevo ferry hará la ruta Buenos Aires – Montevideo, otras fuentes aseguran que, por una cuestión de autonomía, es probable que realice el viaje entre Buenos Aires y Colonia.

Se trata de un modelo que fue diseñado por Revolution Design y construido por el astillero australiano Incat Tasmania; que no emitirá emisiones de carbono; funcionará con dos motores eléctricos, uno de 5 y otro de 9,6 MW, y tendrá capacidad para transportar hasta 2.100 pasajeros y 226 vehículos a una velocidad de hasta 25 nudos con una autonomía de hasta 100 millas náuticas, unos 185 kilómetros.

Según información proporcionada por la propia compañía, incorporar motores eléctricos y baterías a cambio de usar combustibles tradicionales no aumentará el peso del ferry a pesar de que se le sustituyeron 500 toneladas de equipamiento relacionado con los sistemas de combustión por 400 toneladas de baterías.

Además, se usará aluminio para dar forma al cuerpo del catamarán para reducir a la mitad su peso cuando comience a operar, dentro de dos años, con una eslora de 148 metros.

De acuerdo a la página web de Incat Tasmania la unidad ha sido encargada por Buquebús y será el noveno que construye el astillero australiano.

“Originalmente, este transbordador de 130 metros iba a ser propulsado por gas natural licuado, pero tras algunas conversaciones con el cliente, nos pidieron que sustituyéramos la planta de GNL por una solución eléctrica con baterías y cero emisiones”, explicó la empresa en un comunicado de prensa.

Se trata de la misma compañía que en el 2012 construyó el catamarán Papa Francisco, el buque insignia de la compañía de López Mena, de última generación que tuvo un costo de u$s150 millones, incluyendo una planta de licuación de gas en San Vicente, Buenos Aires. 

Tiene capacidad para 1.000 pasajeros y 135 autos, es propulsado a potentes turbinas a gas natural licuado (GNL) con cero impacto ambiental y cubre la ruta Buenos Aires -Montevideo, en menos de 2 horas 12 minutos. 

El buque fue considerado como el primero alimentado por doble combustible en América Latina y es también conocido como “el Concorde de los mares”, por su propulsión a chorro LNG que puede alcanzar velocidades de 58 nudos (107 km/h).

El Papa Francisco es “amigable” con el medioambiente dado que reduce las emisiones nocivas en un 98% debido a dos turbinas de nueva generación que funcionan en un ciclo combinado de gas licuado y gasoil. Para esto, se cuenta a bordo con una planta de regasificación. Cuando disminuye la velocidad para efectuar maniobras en salida y entrada a puerto, se vale de gasoil.

Este transbordador es reabastecido dos veces al día en el puerto de Buenos Aires donde dos camiones cisterna se transfieren simultáneamente para cada bunkering, por lo que un total de cuatro camiones cisterna de GNL se consumen todos los días, siete días a la semana todo el año. 

En el caso del nuevo buque eléctrico, Robert Clifford, fundador y presidente del Grupo Incat, reveló que “tendrá importantes beneficios ambientales y abrirá un nuevo camino y mercado para este tipo de embarcaciones”.

Anticipó además que “las baterías y los motores eléctricos ya han sido confirmados por nuestros proveedores para garantizar que podrán suministrar la tecnología necesaria en el plazo que necesitamos”.

Para Clifford, “el mundo quiere barcos grandes, livianos y de cero emisiones y ya estamos ampliando nuestra fuerza laboral y nuestras instalaciones de producción para prepararnos para lo que será una expansión significativa”.

Plan post pandemia

Si bien no se conoce el monto que deberá abonar Buquebus para sumar este nuevo catamarán, forma parte de un plan anunciado en el 2020 para expandir sus operaciones post pandemia con un desembolso de u$s30 millones para agrandar el predio donde su ubica la planta de licuefacción, en la localidad bonaerense de San Vicente.

Todo indica que, oficialmente, el buque será anunciado en octubre próximo y se sumará al proceso de cambio de matriz que lleva a cabo la compañía para ser cada vez más amigable con el medio ambiente.

Se trata de apuesta que comenzó hace ocho años con la adquisición de la embarcación Francisco y la instalación de la planta de licuefacción modular de San Vicente, desarrollada por la empresa argentina Galileo Technologies para abastecer el GNL que impulsa la moderna embarcación.

De hecho, la compañía ya opera generadores de la firma Caterpillar que le permiten aumentar la flexibilidad de la central bonaerense y darle capacidad de autoabastecerse de electricidad con energía confiable y de bajo impacto ambiental al utilizar gas natural como combustible.

Del mismo modo, cuenta con camiones Scania “Green Efficiency”, una tecnología que permite una mejor eficiencia y cuidado del medio ambiente, además de un surtidor que permite descargar 150 litros de GNL por minuto a los nuevos camiones ecológicos para una carga más rápida.

Además, el 70% del abastecimiento de la energía de la Terminal internacional de Pasajeros de Puerto Madero es autogenerada mediante la utilización de paneles eléctricos usando energía solar.

También sus buses son potenciados por motores Scania Euro V y poseen tecnología de máxima eficiencia ecológica y maneja el reciclado de los residuos autogenerados junto a la colaboración de cooperativas locales.