Científicos prueban un insólito alimento para crear baterías de autos eléctricos
Un grupo de investigadores descubrieron diversas propiedades de este vegetal que lo convierten en un buen candidato para alimentar vehículos eléctricos.
Popeye siempre fue popularmente conocido por comer espinacas, ya que esto le daba fuerza al personaje y así podía ganas sus peleas. Por otro lado, son conocidas las múltiples bondades de este alimento ya que está lleno de nutrientes y es muy recomendable para el organismo.
Sin embargo, un grupo de investigadores del Departamento de Química de la American University (AU) descubrieron propiedades de este vegetal que lo convierten en un buen candidato para alimentar vehículos eléctricos.
¿De qué trata?
Los autores explicaron que, cuando se transforma de su forma frondosa y comestible en nanohojas de carbono, actúa como catalizador para una reducción de oxígeno en las pilas de combustible y las baterías de metal-aire.
Un catalizador es una sustancia que acelera o retarda una reacción química sin participar en ella. Esto resulta importante al hablar de baterías de metal aire, que son consideradas el futuro de la tecnología, capaces de sustituir a las baterías de litio en los autos eléctricos.
Estas baterías serían capaces de obtener una energía entre siete y ocho veces superior a las actuales; así, un vehículo de tamaño medio podría alcanzar 500 kilómetros de autonomía.
Recurso natural y económico
La reacción de reducción de oxígeno es una de las dos reacciones en las pilas de combustible y las baterías metal aire, y suele ser la que limita la potencia de estos dispositivos.
Los investigadores saben que ciertos materiales de carbono pueden catalizar la reacción. Sin embargo, estos catalizadores no siempre funcionan de la mejor forma que los catalizadores basados en platino.
Por lo mismo, los científicos de la AU querían hallar un método de preparación barato y menos tóxico para un catalizador eficiente, utilizando recursos naturales fáciles de encontrar, como las espinacas.
“El método que probamos puede producir catalizadores de espinaca a base de carbón muy activo, que es una biomasa renovable. Además, creemos que supera a los catalizadores de platino comerciales tanto en actividad como en estabilidad”, señaló Shouzhong Zou, profesor de química en la AU y autor principal del estudio.
Si bien los investigadores se encuentran trabajando con otros materiales naturales, han considerado a la espinaca como la principal candidata ya que sobrevive a bajas temperaturas, es abundante y fácil de cultivar.
Pero además, esta hortaliza es rica en hierro y nitrógeno, que son esenciales para este tipo de catalizadores.
Debido a esto, los resultados demostraron que los catalizadores derivados de espinacas funcionaron mejor que los catalizadores basados en platino, que además son más costosos y pierden su potencia con el tiempo.
No obstante, los científicos esperan sacar los catalizadores de la simulación del laboratorio y probarlos en dispositivos prototipo para ver cómo funcionan, publicó el sitio Digital Trends.