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Impacto ambiental

Científicos hallaron que el Ártico se quedará sin hielo marino y es preocupante para la comunidad

Por las emisiones de combustibles fósiles, se podrían perder grandes masas heladas durante los veranos, advirtió un nueva investigación estadounidense.

El Ártico podría enfrentarse a días de verano sin hielo marino en las próximas décadas, un cambio dramático que, según un reciente estudio de la Universidad de Colorado Boulder publicado en la revista Nature Reviews Earth & Environment, podría ocurrir décadas antes de lo previsto.

De acuerdo con el análisis, el Ártico podría experimentar su primer día sin hielo, definido como menos de 1 millón de kilómetros cuadrados de hielo, potencialmente antes del año 2030. Este hito indica una aceleración en los impactos del calentamiento global en el polo norte terrestre, resaltando la imperativa necesidad de abordar las emisiones de gases de efecto invernadero.

La profesora Alexandra Jahn, titular de la cátedra de ciencias atmosféricas y oceánicas, y miembro del Instituto de Investigación Ártica y Alpina de la Universidad de Colorado Boulder, encabezó el equipo que examinó a fondo modelos climáticos y datos satelitales actuales.

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En sus propias palabras, Jahn expresó: “Cuando intentamos comunicar lo que anticipamos en el Ártico, resulta esencial prever cuándo experimentaremos las primeras condiciones sin hielo”. Según los hallazgos, este fenómeno podría manifestarse “en un día de finales de agosto o principios de septiembre” durante la década de 2030, significativamente antes de las proyecciones previas.

“Para la segunda mitad del siglo, estimada entre 2035 y 2067, se pronostican condiciones consistentes de ausencia de hielo en septiembre, marcadas por la frecuente presencia de un Ártico sin hielo. Las trayectorias de las emisiones serán determinantes en la frecuencia y duración de la liberación de hielo en el Ártico“, afirmaron los autores en el texto del informe.

Jahn advierte sobre la transformación inminente del Ártico, pasando de un entorno blanco de verano a uno azul, subrayando la magnitud del cambio ecológico y ambiental. A largo plazo, se proyecta que para mediados de siglo, el Ártico podría carecer de hielo durante todo septiembre, y hacia finales de siglo, la región podría experimentar múltiples meses al año sin hielo, especialmente en escenarios de altas emisiones de gases de efecto invernadero.

Jahn sostiene: “Aún es imperativo mantener nuestras emisiones lo más bajas posible para evitar condiciones prolongadas sin hielo”. La investigación define un Ártico “libre de hielo” como una extensión de menos de 1 millón de kilómetros cuadrados, lo que representa menos del 20% de la capa de hielo mínima estacional de la región en la década de 1980.

En la última década, se registró un mínimo observado de aproximadamente 3,3 millones de kilómetros cuadrados en septiembre, evidenciando una marcada tendencia a la disminución del hielo marino. Este declive no solo tendría repercusiones en el clima y el paisaje, sino que también afectaría a la vida silvestre indígena, como focas y osos polares, y podría facilitar la entrada de especies de peces no nativas que perturbarían los ecosistemas locales.

Más allá de los impactos ecológicos, la reducción del hielo marino presenta un riesgo para las comunidades costeras del Ártico, ya que el hielo desempeña un papel crucial como barrera contra la erosión costera causada por las olas del océano. Sin embargo, Jahn ofrece una perspectiva optimista al señalar la resiliencia del hielo marino ártico, destacando que “puede regresar rápidamente si la atmósfera se enfría”. Esto subraya la importancia de tomar medidas para reducir los niveles de CO2 y revertir el calentamiento global.

Este estudio resalta la urgencia de abordar las emisiones de gases de efecto invernadero para mitigar los impactos del cambio climático en el Ártico, destacando el papel crucial que las políticas ambientales pueden desempeñar en la preservación de este ecosistema único y esencial.

Con información precisa respaldada por datos sólidos, la comunidad científica busca movilizar a legisladores, organizaciones y ciudadanos hacia la adopción de medidas efectivas en la lucha contra el calentamiento global, reconociendo que este problema afecta no solo al Ártico, sino a todo el planeta.

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Fecha de publicación: 11/03, 8:06 am