Científicos del CONICET logran frenar un agresivo tumor cerebral en pruebas de laboratorio

El glioblastoma, el tumor cerebral maligno más común y agresivo en adultos, con un pronóstico desalentador y una mediana de supervivencia de solo nueve meses, podría enfrentar un nuevo horizonte gracias a un avance científico liderado por especialistas del CONICET.

Científicos del CONICET logran frenar un agresivo tumor cerebral en pruebas de laboratorio.(Crédito: Conicet)

A través de una novedosa estrategia terapéutica, lograron frenar el desarrollo del tumor en estudios in vitro y preclínicos, aumentando su sensibilidad a la quimioterapia y la radioterapia. Los resultados fueron publicados en la revista Life Sciences.

Qué descubrieron los científicos

“Descubrimos que el bloqueo de una proteína llamada Foxp3, que se expresa en las células del glioblastoma, potencia la efectividad de la quimioterapia y la radioterapia. Los resultados del estudio son alentadores para quienes desde la ciencia buscamos aportar al desarrollo de opciones terapéuticas reales y efectivas para los pacientes con este tumor. La estrategia terapéutica se probó con éxito en estudios in vitro y preclínicos y sin duda nuestra esperanza es que se pueda probar en ensayos clínicos en el futuro, pero aún son necesarias investigaciones adicionales para llegar a eso”, afirmó Marianela Candolfi, investigadora del CONICET y líder del trabajo.

La proteína Foxp3, objeto de estudio en el laboratorio de Inmunoterapia Antitumoral de Candolfi, es clave para el funcionamiento de los linfocitos T regulatorios, que suprimen la respuesta inmune. Además, Foxp3 favorece la migración de células tumorales y la proliferación de células endoteliales, elementos que contribuyen a la invasión y crecimiento tumoral. Por ello, bloquear esta proteína se planteó como un posible camino para superar la resistencia del glioblastoma a tratamientos convencionales.

Marianela Candolfi (izq.) e integrantes de su laboratorio, Matias García Fallit, Melanie Perez Kuper y Alejandro Nicola Candia, que participaron del estudio. (Crédito: Conicet)

Para inhibir Foxp3, los científicos utilizaron una terapia génica experimental basada en un pequeño péptido llamado P60, desarrollado en España por Juan José Lasarte. “Cuando en experimentos de laboratorio bloqueamos Foxp3 utilizando P60, la respuesta de las células de glioblastoma a la radioterapia y a una variedad de drogas quimioterapéuticas mejoró notablemente”, destacó Candolfi.

El péptido P60 también mostró efectos antitumorales directos al reducir la viabilidad y migración de las células tumorales, además de inhibir la proliferación de células endoteliales. Para estos estudios, se usaron modelos celulares murinos y humanos, incluyendo cultivos derivados de biopsias de pacientes desarrollados en colaboración con el Instituto FLENI.

En estudios in vivo, el equipo aplicó un vector adenoviral que expresa el péptido P60 directamente en las células tumorales del cerebro de ratones. Esta estrategia permitió una expresión sostenida de P60 en la zona del tumor, mejorando la respuesta a la quimioterapia y logrando la erradicación del tumor y supervivencia a largo plazo en un tercio de los animales tratados.

“No observamos efectos neurotóxicos con ninguno de los tratamientos empleados, por lo tanto, esta estrategia tendría buen perfil de seguridad para tratar estos tumores”, aseguró Candolfi.

Aunque el avance es prometedor, la investigadora aclaró que “aún es necesario saber más sobre los efectos de la proteína P60 y el vector que la transporta sobre la inmunidad antitumoral en modelos preclínicos de glioblastoma. Éste y otros estudios adicionales serán clave para avanzar hacia su uso en pacientes”.

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