Científicos argentinos alertan sobre la creciente contaminación por microplásticos en el río Colorado
Son diminutas partículas de plástico prácticamente invisibles, desencadenan una crisis silenciosa en los ecosistemas de agua dulce.
Un equipo de investigadores del CONICET monitorea la alarmante acumulación de microplásticos en la cuenca del río Colorado, advirtiendo sobre sus graves efectos en la biodiversidad y la salud humana. Los microplásticos, diminutas partículas de plástico prácticamente invisibles, desencadenan una crisis silenciosa en los ecosistemas de agua dulce.
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En Argentina, el río Colorado se convierte en el epicentro de un estudio dirigido por Guillermo Mora, becario doctoral del CONICET, y el equipo del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG) en General Roca, Río Negro. El objetivo es evaluar el impacto de estos contaminantes en este vital sistema fluvial.
Problema de contaminación, ¿irreversible?
Mora detalla que los microplásticos ingresan al agua por diversas fuentes, como aguas residuales, residuos industriales y la erosión del suelo. Estos plásticos pueden ser ingeridos por una amplia gama de organismos acuáticos, afectando su salud y, a su vez, alterando la cadena alimentaria. «El problema es irreversible y tiene consecuencias tanto para los ecosistemas como para la salud humana», señala Mora, destacando que estos microplásticos pueden transportar sustancias tóxicas, lo que agrava su peligrosidad.
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El equipo de investigación utiliza técnicas avanzadas para detectar y cuantificar microplásticos en muestras de agua, sedimentos y peces. Estos estudios resultan fundamentales para la gestión sostenible de los recursos hídricos en Argentina, un país que cuenta con grandes reservas de agua dulce. “Proteger la calidad de estos recursos es crucial para las futuras generaciones”, afirma Mora, haciendo énfasis en la relevancia de las investigaciones científicas en el marco de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
La contaminación por microplásticos presenta un desafío complejo que requiere un enfoque integral. Desde la regulación de las actividades que los generan hasta el desarrollo de tecnologías para su eliminación, los científicos buscan soluciones para mitigar los impactos de este contaminante en la cuenca del río Colorado y en otros cuerpos de agua del país.