¿Chau al WiFi? Una investigación asegura que las ondas de los celulares son dañinas para las personas
Los científicos expusieron a ratones a campos electromagnéticos con frecuencias similares a las que emiten los teléfonos móviles y el WiFi.
La sociedad actual exige que estemos cada vez más conectados a Internet a través de los teléfonos móviles. Estos dispositivos se volvió esencial para el desarrollo de las actividades diarias.
En este contexto, un estudio reciente reveló que las ondas electromagnéticas emitidas por el WiFi y los teléfonos móviles podrían tener efectos perjudiciales para la salud.
El WiFi y las redes de conexión a Internet están presentes en casi todos los espacios que frecuentan los humanos. De acuerdo con una investigación llevada a cabo por docentes y estudiantes de las Escuelas Nacionales de Ciencias Biológicas y de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del Instituto Politécnico Nacional (IPN), estas ondas podrían tener un impacto negativo en nuestra salud.
//Mirá también: Buscan reconocer a empresas comprometidas con las comunidades mediante proyectos de impacto social
Los científicos expusieron a ratones de laboratorio a campos electromagnéticos con frecuencias similares a las que emiten los teléfonos móviles y el WiFi.
En el experimento participaron más de 300 ratones, que fueron divididos en cinco grupos. A estos animales se les expuso a señales de 860 MHz con una potencia de 0.5 W, comparable a los niveles de los teléfonos móviles 2G, así como a frecuencias de 2.5 GHz con 0.1 W de potencia, similar a la de un módem.
//Mirá también: La científica argentina que produce suplementos dietarios únicos con erizos de mar patagónicos
Los resultados mostraron que los ratones experimentaron un aumento en el estrés oxidativo. Los machos presentaron daños en los testículos, efectos neuropsiquiátricos, alteraciones severas en el ADN, muerte celular y dificultades en su desarrollo físico y motor.
Roberto Linares, doctor en Ciencias de la Ingeniería Eléctrica y líder del estudio, explicó que fueron necesarios cinco años de investigación para obtener datos precisos en los animales.
Por otro lado, desde el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la OMS, se sugiere que podría existir una relación entre la exposición a campos magnéticos y el desarrollo de cáncer.