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Aviones del futuro: esto es lo que están haciendo las aerolíneas para descarbonizar los vuelos

El sector de la aviación tiene a estos combustibles de nulas o bajas emisiones de CO2 como uno de sus principales aliados para iniciar su descarbonización.

Aviación sostenible: cómo el sector está trabajando para reducir sus emisiones

La preocupación por el medioambiente ha hecho que cada vez más personas se plantean cuál es el impacto de su viaje cuando se suben a un avión.

El tren puede ser una alternativa más sostenible, pero no es la mejor opción cuando se trata de viajes muy largos. Así que es necesario encontrar una alternativa para reducir las emisiones de CO2 que produce este medio de transporte.

Los ecombustibles, que se fabrican a partir de materias primas alternativas y tienen nulas o bajas emisiones de CO2, son parte del conjunto de soluciones para descarbonizar la movilidad aérea en las próximas décadas.

La aviación necesita encontrar soluciones para reducir su huella de carbono, ya que la electrificación, válida para otros sectores de movilidad, no es técnicamente posible a medio plazo para esta.

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo señala que la aviación contribuye al calentamiento global con alrededor del 2% de las emisiones mundiales de carbono.

La población mundial aspira a contar con vuelos más limpios, de ahí que la industria de la aviación se haya marcado como objetivo para 2050 reducir a la mitad las emisiones de CO2 del transporte aéreo. Los ecocombustibles son una de las claves para lograr la neutralidad climática fijada por la Comisión Europea.

Materias primas alternativas y renovables

Estos combustibles líquidos sostenibles no derivados del petróleo, con nulas o bajas emisiones de CO2 durante su producción y su utilización final, tienen múltiples aplicaciones tanto en el sector de la movilidad como en la industria.

Para fabricarlos se utilizan materias primas alternativas de baja huella de carbono como residuos de la industria agroalimentaria, residuos forestales y agrícolas, hidrógeno renovable y CO2 capturado, dando lugar a biocombustibles avanzados, combustibles sintéticos o e-fuels y otros combustibles bajos en carbono.

El desarrollo de estos combustibles generará un beneficioso efecto colateral y es que impulsarán la economía circular al favorecer un uso y reutilización eficiente de los recursos, materias primas y productos a lo largo de todo su ciclo de vida.

Sostenible y eficaz

Otras de sus ventajas es que los sectores agrícola, químico, forestal, de residuos y reciclaje pueden participar en la cadena de valor de los diferentes tipos de ecocombustibles, aportando las materias primas necesarias para su fabricación, además de que su producción y distribución se puede realizar utilizando las instalaciones ya existentes.

Por ello, los ecocombustibles son vistos como una solución sostenible y eficaz para lograr la reducción de las emisiones en el transporte que ha propuesto el Gobierno español en su Plan Nacional Integrado de Clima y Energía y contribuir a una economía baja en carbono.

Organismos como la Agencia Internacional de la Energía (AIE) han valorado la relevancia de estos combustibles del futuro. Para la AIE, los biocombustibles serán una palanca fundamental en la paulatina descarbonización del transporte, sobre todo a partir de 2030, en sectores que, como el marítimo o aéreo, la propulsión a partir de energía eléctrica no es viable técnicamente a medio plazo.

Pero mientras se mantienen en el horizonte diversas fechas y planes globales, múltiples proyectos se han puesto en marcha con el foco en estos carburantes para la aviación comercial.

Vuelos verdes

En España ya circulan aviones que utilizan biocombustibles en sus motores. Repsol e Iberia tomaron la iniciativa en 2011 e impulsaron en España el primer vuelo con bioqueroseno.

Un Airbus modelo A320 realizó el trayecto entre Madrid y Barcelona con una mezcla de carburante formado por una cuarta parte de biocombustible y otras tres cuartas partes de queroseno tradicional. El biocombustible se obtuvo del aceite de camelina, una planta que no es comestible.

Además, no se necesitaron modificaciones en la aeronave para el uso del biocarburante, ya que era de idénticas características técnicas y especificaciones que el empleado habitualmente en la aeronáutica. Este vuelo verde permitió un ahorro de emisiones contaminantes de cerca del 20%.

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También en 2011, Lufthansa utilizó biocombustible para aviones de pasajeros y China comenzaba a desarrollar ensayos con esta nueva tecnología.

Más recientemente, en 2017, la aerolínea china Hainan completó el primer vuelo transoceánico utilizando combustible elaborado con aceite de cocina reciclado, para trasladar pasajeros desde Pekín hasta Chicago. Este combustible reduce entre un 50 y un 80% las emisiones de CO2 en comparación con el queroseno tradicional.

Repsol: pionera en la fabricación de “biojet”

El primer vuelo verde de España no es el único proyecto de Repsol centrado en los ecocombustibles. Ante la importancia que juegan estos en la reducción de emisiones, la compañía empezó a trabajar hace años en diferentes soluciones de baja huella de carbono aplicadas al transporte.

La compañía será cero emisiones netas en 2050 y como parte de ese compromiso está desarrollando este tipo de iniciativas que contribuyen a su senda de desacarbonización.

En ese sentido, este verano, Repsol se convirtió en la empresa pionera en la descarbonización de este sector tras fabricar en España biojet obtenido a partir de biomasa. El primer lote, fabricado en su complejo de Puertollano (Ciudad Real), consta de 7.000 toneladas de combustible para aviación de las que 150 son producto bio.

El uso de este lote evitará que se emitan hasta 440 toneladas de CO2 a la atmósfera, el equivalente a 40 vuelos Madrid-Barcelona, tal y como destaca la compañía. La fabricación de biojet se extenderá a otras instalaciones de Repsol en España. La compañía también desarrollará alternativas que permitirán obtener combustible para aviones utilizando residuos.

Nueva planta de biocombustibles avanzados en Cartagena

Repsol construirá en su refinería de Cartagena la primera planta de biocombustibles avanzados de bajas emisiones de España, con capacidad para producir 250.000 toneladas al año de biojet, hidrobiodiésel, bionafta y biopropano.

La planta, que se prevé esté operativa en el año 2023, producirá, a partir de materias primas recicladas, biocombustibles avanzados que podrán usarse en aviones, camiones o coches, y permitirán reducir 900.000 toneladas de CO2 al año.

Ecocombustibles

Esta instalación pionera supondrá una inversión de 188 millones de euros, generará más de 1.000 empleos durante su construcción y 45 permanentes durante su operación, y estará dotada de tecnología de vanguardia.

Por otro lado, Repsol será pionero en España en la producción de e-jet sintético para aviación con la puesta en marcha en Bilbao en 2024 de una de las mayores plantas de combustibles sintéticos a partir de hidrógeno renovable y CO2 capturado.

Este combustible, compatible con las especificaciones actuales de la aviación, es la ruta con mayor potencial a largo plazo para asegurar la completa descarbonización del transporte aéreo.

Además del proyecto de Cartagena, el proyecto de combustibles sintéticos de Petronor también producirá e-jet para aviación. Esta ruta que toma como fuente energética la energía renovable (solar, fotovoltaica o hidráulica) y la transforma pasando por hidrógeno en keroseno compatible con las especificaciones actuales de aviación es la ruta con mayor potencial a largo plazo para asegurar la completa descarbonización del transporte aéreo.

En este sentido Repsol será pionero en España en la producción e-jet sintético con la puesta en marcha de la planta de combustibles sintéticos del puerto de Bilbao.

Con todo, el 2 de diciembre de 2019 Repsol anunció que orientaba su estrategia para ser una compañía con 0 emisiones netas en el año 2050, en concordancia con el Acuerdo de París, con lo que se convirtió en la primera de su sector en asumir esta ambiciosa meta.

El impulso de los biocombustibles, junto con la generación renovable, los combustibles sintéticos, el hidrógeno renovable, el autoconsumo y la economía circular, es uno de los ejes de trabajo de Repsol para alcanzar el objetivo de neutralidad de carbono.

En su recientemente presentada estrategia, la compañía anunció su intención de ser una empresa de referencia en biocombustibles sostenibles, con una capacidad de producción de 1,3 millones de toneladas en 2025 y más de dos millones en 2030.

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Fecha de publicación: 09/12, 7:54 am