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Ciencia

Así será el ascensor espacial, que tendrá una estructura de 36 mil kilómetros de altura

El elevador será construido por Japón y podría llevar al espacio hasta 30 personas en cápsulas que subirían a 200 kilómetros por hora.

Japón está inmerso en un proyecto innovador y ambicioso que parece sacado de una novela de ciencia ficción: la creación de un ascensor espacial. Esta asombrosa estructura tiene como objetivo transportar personas y carga desde la Tierra hasta la órbita geoestacionaria de manera más segura, eficiente y económica que los métodos tradicionales.

El concepto surgió en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Shizuoka y busca establecer una conexión entre nuestro planeta y la Estación Espacial Internacional (ISS), así como con otras naves orbitales. Aunque la propuesta es colosal, no es del todo nueva.

La idea de un ascensor para viajar más allá de la atmósfera terrestre se planteó por primera vez en 1895, cuando el físico ruso Konstantin Tsiolkovsky, al contemplar la Torre Eiffel, vislumbró la posibilidad de construir una estructura similar para lanzar objetos al espacio.

El concepto de ascender al espacio en un elevador ha sido considerado durante mucho tiempo una iniciativa compleja e inalcanzable por muchos expertos. Sin embargo, los investigadores japoneses han avanzado en el diseño para convertir este sueño en una realidad tangible.

¿Cómo funcionaría el ascensor espacial?

El concepto del ascensor espacial japonés implica la creación de un cable gigante que se extendería a más de 36.000 kilómetros de altura, fabricado con un material robusto y ligero, conectando la superficie terrestre con la estación espacial en órbita. Los vehículos, conocidos como escaladores, ascenderían y descenderían por este cable, aprovechando la fuerza centrífuga generada por la rotación de la Tierra para mantenerlo tenso.

Desafíos del ascensor espacial

Uno de los principales desafíos en la construcción de un ascensor espacial radica en la búsqueda de un material lo suficientemente resistente como para soportar los vientos atmosféricos y los efectos de la gravedad.

Además, el ensamblaje del cable y los componentes del elevador debería realizarse en el espacio, una tarea técnica y costosa que requeriría el desarrollo de nuevas tecnologías y técnicas.

Una vez en funcionamiento, el mayor riesgo sería la exposición a los desechos espaciales y posibles daños, una preocupación creciente en la órbita terrestre.

Fecha de publicación: 03/05, 5:12 pm