El mar empezó a comerse a una de las ciudades más lindas del mundo

Según un estudio de la Universidad de Southern California (USC), el aumento significativo del nivel del mar está causando graves daños en la histórica ciudad portuaria egipcia de Alejandría. Reconocida por su impresionante arquitectura, Alejandría es considerada una de las ciudades más hermosas del mundo y es conocida como la «novia del Mediterráneo».

Los colapsos de edificios en Alejandría eran poco frecuentes. Según los registros históricos, antes solo se derrumbaba un edificio al año, pero en la última década, el deterioro ha aumentado considerablemente, alcanzando los 40 edificios derrumbados anualmente.

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«El verdadero costo de esta pérdida se extiende mucho más allá de los ladrillos y el mortero. Estamos presenciando la desaparición gradual de ciudades costeras históricas, y Alejandría ha dado la voz de alarma. Lo que alguna vez parecían riesgos climáticos distantes ahora son una realidad presente», dijo en un comunicado Essam Heggy, científico del agua en la Escuela de Ingeniería Viterbi de la USC y autor del estudio.

«Durante siglos, las estructuras de Alejandría se mantuvieron como maravillas de ingeniería resiliente, soportando terremotos, mareas de tormenta, tsunamis y más. Pero ahora, el aumento del nivel del mar y la intensificación de las tormentas, impulsadas por el cambio climático, están deshaciendo en décadas lo que llevó milenios de ingenio humano crear», agregó Sara Fouad, arquitecta paisajista de la Universidad Técnica de Múnich (TUM) y primera autora del estudio.

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«Nuestro análisis de isótopos reveló que los edificios se están derrumbando de abajo hacia arriba, ya que la intrusión de agua de mar erosiona los cimientos y debilita el suelo. No son los edificios en sí, sino el suelo debajo de ellos lo que se ve afectado», dijo Ibrahim H. Saleh, un científico de radiación del suelo en la Universidad de Alejandría y uno de los coautores del estudio.

«Nuestro estudio demuestra que los edificios costeros corren el riesgo de derrumbarse incluso sin invadir directamente el agua de mar como se cree ampliamente», agregó Heggy.

Para enfrentar la erosión costera y la intrusión del agua salada, los investigadores sugieren una solución natural: construir dunas de arena y establecer barreras de vegetación a lo largo de la costa para frenar la invasión del agua de mar.