Con la llegada del invierno, uno de los problemas más comunes entre quienes usan moto es mantener los pies calientes. Por más capas de medias o botas térmicas que se utilicen, el viento y el frío terminan atravesando todo. Pero un accesorio innovador se convirtió en un verdadero éxito entre motociclistas por su combinación de tecnología y comodidad: las plantillas calefaccionadas con control remoto. El truco que usan los motociclistas para no tener frío en los pies: plantillas térmicas Estas plantillas cuentan con una batería recargable mediante USB integrada en cada unidad y se controlan con un pequeño mando a distancia. Esto permite encenderlas, apagarlas o ajustar la temperatura sin necesidad de quitarse las botas, ofreciendo un calor inmediato y a medida. El dispositivo ofrece tres niveles de calor (bajo, medio y alto), con una autonomía que va de 5 a 10 horas, dependiendo de la intensidad elegida. Además, incorporan un sensor de movimiento inteligente que detecta cuándo el usuario deja de caminar o se quita el calzado, apagándose automáticamente para ahorrar batería y evitar sobrecalentamientos. Una solución práctica y eficiente para quienes no quieren que el frío les gane el camino. ¿Cuánto cuestan las plantillas calefaccionadas? El precio aproximado de estas plantillas ronda los 143 mil pesos, una inversión que muchos consideran justificada por la comodidad y el alivio que brindan en los días más fríos. Foto: imagen tomada de Mercado Libre ¿Cómo se cargan? Vienen con un cable USB doble, lo que permite cargar ambas plantillas al mismo tiempo utilizando cualquier cargador de celular estándar. Práctico y sin complicaciones. ¿Quiénes las usan? Aunque el auge comenzó entre motociclistas, rápidamente ganaron popularidad entre quienes pasan muchas horas al aire libre: trabajadores en exteriores, ciclistas, repartidores e incluso personas mayores que sufren de mala circulación. Un consejo extra para combatir el frío Además del uso de plantillas térmicas, se recomienda vestirse en capas, lo que ayuda a conservar mejor el calor corporal. No hay que olvidar proteger también las manos, especialmente en moto: los guantes térmicos o con protección contra el viento son un complemento esencial para enfrentar las bajas temperaturas.