Avanza la construcción de The Line, pero llama la atención la cantidad de recursos utilizados
La construcción continúa a buen ritmo, pero lo que sorprende es la cantidad de recursos que se están empleando, especialmente en acero.
La construcción de infraestructuras sostenibles y ecológicas se convirtió en una tendencia global en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, proyectos como The Line – Neom llevan esta visión a otro nivel, y ya comienzan a cobrar vida, captando la atención mundial.
Este ambicioso y colosal proyecto unirá el desierto de Arabia Saudita con el golfo de Áqaba, y es tan grande que ya es visible en las imágenes satelitales desde el espacio. Cuando se menciona que consumirá el 20 % del acero producido a nivel mundial, esto se refiere al impacto monumental que tendrá en la industria global.
Avanza la construcción The Line, pero llama la atención la cantidad de recursos utilizados
Con un costo cercano a los 500.000 millones de euros, las obras de The Line avanzan a buen ritmo desde su inicio en octubre de 2023, con la meta de finalizar para finales de 2030. Esta megaciudad se caracterizará por ser completamente sostenible y autosuficiente, ya que se encargará de generar, gestionar y administrar sus propios recursos.
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En esta moderna ciudad, The Line (aunque no cumpla completamente con las expectativas iniciales) combina tecnología y lujo. Su diseño será lineal, con una longitud de 170 kilómetros, 200 metros de ancho y rascacielos que alcanzarán más de medio kilómetro de altura, superando a los de Europa en dimensiones.
La ciudad se distribuirá en dos filas de edificios, construidos con acero y cristal. De hecho, la demanda de acero será tan elevada que se estima que representará el 20 % de la producción mundial. Una vez completada la construcción, se espera que The Line pueda albergar a unos nueve millones de personas.
The Line no generará emisiones de gases de efecto invernadero, ya que no contará con automóviles. Sus habitantes se trasladarán en trenes subterráneos y taxis, todos impulsados por energía 100 % eléctrica. Los servicios esenciales como agua, electricidad, limpieza y recolección de basura serán gestionados de manera autónoma por un centro de control.
Este centro estará ubicado en uno de los rascacielos de la ciudad, el cual será especialmente diseñado para este fin, y también se encargará de supervisar la seguridad. De hecho, hasta que el proyecto esté terminado, se espera que The Line se convierta en el mayor cliente mundial en términos de demanda de logística y materiales de construcción, así como en la contratación de mano de obra calificada y no calificada.
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Sin embargo, como ocurre con cualquier proyecto de gran envergadura, enfrenta ciertos desafíos, como recortes presupuestarios que llevaron a la eliminación de la planta desalinizadora, que se encargaba de proveer el 30% del agua necesaria.
La demanda de agua será cubierta por los otros sistemas de The Line. Por otro lado, el acuerdo con la empresa de transporte danesa DSV experimentó un retraso debido a los procesos de aprobación. Sin embargo, a pesar de estos contratiempos, se asegura que la construcción se completará según lo previsto.
Ya comenzaron a llegar los primeros habitantes de The Line, principalmente algunos influencers que compartieron imágenes de las calles y edificaciones a través de videos en la red social TikTok, generando una variedad de reacciones entre los usuarios.
En resumen, aunque la primera fase de The Line se espera que esté terminada para 2030, la ciudad ya está llena de actividad gracias a la llegada de sus primeros residentes.