Autorizaron la construcción de una planta potabilizadora sobre el Río de la Plata
El Ministerio de Ambiente otorgó el permiso a un consorcio privado para abastecer de agua potable el área metropolitana de Montevideo.
En 2023, Uruguay vivió una crisis hídrica que obligó a los habitantes de Montevideo y sus alrededores a consumir agua salada durante varios días. Ante esta situación, el gobierno implementó medidas temporales para paliar el problema, pero la solución definitiva estaba en otro ámbito. La administración de Luis Lacalle Pou ya había planteado la posibilidad de utilizar agua del Río de la Plata para abastecer a gran parte de la población.
Este proyecto, denominado Aguas de Montevideo, fue presentado por el consorcio Aguas de Montevideo, integrado por las empresas Berkes, Saceem, Ciemsa y Fast. La propuesta contempla la instalación de una toma de agua en el Río de la Plata, a la altura del balneario Arazatí, en San José, a 92 kilómetros de Montevideo. La obra incluye la construcción de una planta potabilizadora, una estación de bombeo y una tubería aductora.
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El proceso de construcción de este proyecto fue extenso y estuvo marcado por algunos obstáculos judiciales. En junio, la Justicia ordenó a la empresa estatal OSE, encargada del suministro de agua en el país, que no firmara el contrato con Aguas de Montevideo. No obstante, esta prohibición fue levantada más tarde por un Tribunal de Apelaciones.
Una vez superado este obstáculo, solo quedaba un paso más: obtener la autorización ambiental, otorgada por el Ministerio de Ambiente. Este trámite se cumplió el lunes, con la aprobación de la Autorización Ambiental Previa (AAP), emitida por dicha cartera.
El ministro de Ambiente, Robert Bouvier, informó que el informe fue elaborado por los técnicos del Área de Evaluación de Impacto Ambiental de su ministerio, tras un proceso «exhaustivo, transparente y participativo». «Este proyecto no generará impactos ambientales inadmisibles», aseguró Bouvier en una conferencia de prensa. Además, destacó que para el ministerio, el proceso fue clave, subrayando la transparencia, la solvencia técnica y el compromiso que garantizan un desarrollo que respeta el entorno y asegura la sostenibilidad de los recursos para el futuro.
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Eugenio Lorenzo, ingeniero del ministerio, fue consultado sobre las objeciones planteadas por diversas organizaciones. Explicó que se realizaron reuniones con las «fuerzas vivas» de las áreas cercanas al proyecto. «Como resultado de algunos de esos intercambios, surgió la necesidad de introducir modificaciones al proyecto para minimizar los efectos ambientales de ciertos componentes», indicó Lorenzo.
Estas reuniones se llevaron a cabo «mucho antes» de la audiencia pública obligatoria para este tipo de proyectos, y enriquecieron el proceso de evaluación, lo cual se refleja en el informe presentado, según señaló.
Este proyecto ahora enfrenta un nuevo desafío. Uruguay se encuentra en medio de un cambio de gobierno, tras la victoria de Yamandú Orsi del Frente Amplio en el balotaje de noviembre. La nueva administración ha expresado reservas sobre la construcción del proyecto Arazatí y, en su lugar, promueve la creación de una represa en Casupá, en el departamento de Florida.
“La prioridad no es Arazatí. La prioridad es Casupá”, afirmó la vicepresidenta electa, Carolina Cosse, al ser consultada durante una conferencia de prensa sobre este tema. Las bases programáticas del Frente Amplio contemplan la construcción de un embalse en Casupá, con una capacidad de 118 millones de metros cúbicos de agua proveniente del río Santa Lucía, para mejorar el suministro de agua a la zona metropolitana. Sin embargo, Cosse señaló que el proyecto aún presenta observaciones que no han sido resueltas y advirtió que no sería prudente comenzar una obra con pendientes por resolver.
Según informó El País este miércoles, en el Frente Amplio existen preocupaciones sobre esta propuesta, prefiriendo la construcción de una represa sobre el Río Santa Lucía en lugar del Río de la Plata, debido a que el agua del Santa Lucía no contiene cloruros, sulfatos ni bromuros. Por su parte, Orsi había expresado que hay aspectos de este proyecto que aún no lo “terminan de convencer”.