Nieve en Buenos Aires: cuándo sería y qué zonas quedarían bajo la ola polar
Un frente polar traerá bajas temperaturas y podría generar nevadas en algunas localidades de Buenos Aires.
En los próximos días, la provincia de Buenos Aires se alista para enfrentar una nueva ola de frío polar, que podría traer fuertes heladas e incluso nevadas en algunas áreas.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), a partir del miércoles 21 de agosto se prevé la llegada de lluvias en varias zonas de la provincia, incluyendo el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), lo que podría provocar un notable descenso en las temperaturas.
Eduardo Rollero, especialista en meteorología, compartió un mapa que muestra la llegada de este frente polar, destacando que las heladas podrían ser entre fuertes y leves en distintas regiones bonaerenses.
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Nieve en Buenos Aires: en qué zonas podría nevar
Además, Rollero señaló que existen “algunas señales de nieve para el 21/08 en las sierras bonaerenses”, específicamente en la zona de Tornquist, donde días atrás ya se registraron nevadas en Sierra de la Ventana.
Aunque las nevadas en la provincia de Buenos Aires son poco comunes debido a su clima templado y a la moderación de la temperatura por su proximidad al mar, no son imposibles. La última nevada significativa en la ciudad de Buenos Aires ocurrió en 2007, un evento que todavía se recuerda con sorpresa.
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Para que se produzca una nevada en Buenos Aires, deben coincidir varios factores meteorológicos:
- Aire frío: la temperatura debe ser igual o inferior a 0°C en todas las capas de la atmósfera, desde la superficie hasta la altura donde se forman las nubes. Si bien una temperatura baja en la superficie es crucial, también es fundamental que las capas superiores del aire sean lo suficientemente frías para que los copos de nieve no se derritan antes de llegar al suelo.
- Precipitación: es esencial que haya precipitación en forma de nieve. Esto implica que las nubes deben estar a temperaturas lo suficientemente bajas como para que los cristales de hielo no se conviertan en gotas de lluvia.
- Humedad: la atmósfera debe tener suficiente vapor de agua para la formación de nubes. Una atmósfera más húmeda aumenta las posibilidades de que se formen nubes que puedan producir nieve.