Estos 20 bancos argentinos ya firmaron el Protocolo de Finanzas Sustentables: en qué consiste
La iniciativa busca que incorporen parámetros de sostenibilidad social y ambiental en su funcionamiento y los tengan en cuenta a la hora de dar créditos.
En línea con una tendencia internacional hacia la sustentabilidad del mundo de las finanzas, ya son 20 los bancos argentinos que firmaron el Protocolo de Finanzas Sostenibles. Se trata de un acuerdo marco para la financiación de negocios de triple impacto (económico, social y ambiental).
Los bancos firmantes, que fueron 18 cuando se lanzó en julio de 2019 y actualmente son 20, se comprometen a trabajar en cuatro ejes estratégicos:
1- Desarrollar políticas internas de sostenibilidad.
2- Crear productos y servicios financieros para financiar de proyectos con impacto ambiental y social positivo.
3- Optimizar los sistemas de análisis de riesgo con foco ambiental y social.
4- Promover una cultura de sostenibilidad.
Las entidades fundadoras del Protocolo son: Banco Nación, Galicia, Ciudad, BICE, Supervielle, Banco corporativo CMF, Santander, Provincia, BBVA, Macro, HSBC, Patagonia, Itau, Comafi, Banco Industrial, Mariva, Banco de Tierra del Fuego y el banco agropecuario BST.
A este grupo, cuyo market share total supera el 75% de los préstamos bancarios de Argentina, se sumaron el Banco de Córdoba (Bancor), en octubre de 2019, y el Banco de Formosa, en agosto de este año.
Las tres entidades empresariales del sector: ABA, ABAPPRA y ADEBA suscribieron la iniciativa, impulsada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID Invest) y la Fundación Vida Silvestre.
Este acuerdo, que es de cumplimiento voluntario, se enmarca en una serie de iniciativas como la creación de Bonos Verdes, los principios de Ecuador para la Banca Sostenible, y los índices de sustentabilidad bursátil como el Dow Jones Sustainability Index.
“Con distintos nombres, hoy prácticamente todos los países de la región cuentan con Protocolos Verdes para la banca y Mesas de finanzas sostenibles. Los últimos en sumarse fueron Argentina el año pasado y Bolivia este año”, destaca Pablo Cortinez, especialista en Finanzas Sustentables y director del programa ejecutivo de Bonos Verdes en la Universidad del CEMA (UCEMA).
Fondos verdes
Las necesidades de financiación de proyectos ambientales y sociales crecen cada año, tanto para cumplir con los compromisos de reducción de emisiones asumidos por los países firmantes del acuerdo climático de París, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por la ONU en 2015.
“Sólo para cumplir con los ODS, en un cálculo estimado previo a la pandemia, harían falta unos u$s 4 billones, equivalentes al PBI de Argentina, Brasil, México y Colombia”, destaca Cortinez.
En tanto, las “contribuciones nacionalmente determinadas” (NDC por sus siglas en inglés) para reducir emisiones, están muy vinculadas a la financiación. En el caso de Argentina, el 50% de esas contribuciones están sujetas a financiación externa, además de capacitación y transferencia tecnológica.
Muchas de las soluciones para que el calentamiento global no llegue a 2°C o 1.5°C en los próximos 50 años ya están disponibles. “Por ejemplo las energías renovables, que son competitivas en costos y generan oportunidades de negocios y empleos. Y si hay negocio, hay quien esté dispuesto a financiarlo”, dice Cortinez.
Varios de los bancos firmantes del Protocolo de Finanzas sostenibles colocaron bonos verdes (como el caso de Santander, para financiar un parque eólico), y lanzaron líneas de crédito para emprendimientos sustentables (como la línea +B del Galicia, para emprendimientos de triple impacto).
Lejos de ser una moda, las finanzas sostenibles llegaron para quedarse.
Según un informe de Bid Invest, estos instrumentos de inversión social y ambiental ofrecen menos volatilidad y mayor retorno en el mediano y largo plazo.