Unilever desembolsa u$s 1.200 millones para recortar emisiones de productos de limpieza: todo sobre su plan
Es posible que no asocie la suciedad negra del petróleo crudo con los detergentes de olor agradable que lavan su ropa, pero esa es la magia de la química.
Cuando una empresa se fija el objetivo de alcanzar cero emisiones en décadas, tiene que empezar a reducir el carbono en todos los frentes posibles.
Para Unilever NV, eso significa gastar u$s1.200 millones para ayudar a sus proveedores a adoptar tecnologías que eliminen el uso de combustibles fósiles en la producción de productos de limpieza para 2030.
Es posible que no asocie la suciedad negra del petróleo crudo con los detergentes de olor agradable que lavan su ropa, pero esa es la magia de la química.
Mediante una serie de reacciones químicas, los compuestos de carbono de cadena larga que se encuentran en el petróleo crudo pueden convertirse en sustancias químicas capaces de eliminar las manchas de aceite de la ropa.
Eliminar el uso de combustibles fósiles para fabricar esos productos químicos ha sido técnicamente factible durante décadas, pero el costo sigue siendo prohibitivo.
La de Unilever es la primera gran inversión en un sector que finalmente ha comenzado a buscar reemplazar el petróleo en su proceso de producción con ingredientes derivados de la madera o fermentación microbiana, o incluso carbono reciclado de otras industrias.
“Lo que Unilever está tratando de hacer es muy completo”, asegura Katy Armstrong, investigadora de la Universidad de Sheffield que trabaja en la reutilización del carbono. “Con gran ambición, está mirando a toda la cadena de suministro”.
Objetivo: 0 emisiones
En junio, la gigante de los bienes de consumo estableció el objetivo de reducir todas las emisiones de sus operaciones y sus proveedores para 2039.
La compañía quiere alcanzar este hito con un uso mínimo de compensaciones de carbono, que son baratas de comprar pero no siempre logran lo que prometen.
Debido a que el 30% de las emisiones anuales de la empresa provienen de sus proveedores, solo puede alcanzar su objetivo si se requiere que los proveedores reduzcan el uso de combustibles fósiles.
Aproximadamente el 65% de las emisiones de Unilever provienen de los clientes que usan su producto, y la compañía no ha establecido un objetivo firme de reducción para ellos.
Largo camino
El trabajo para eliminar los combustibles fósiles de los productos de limpieza comenzó en 2018, dice Ian Howell, quien dirige el equipo de investigación de Unilever que estudia materiales avanzados para productos de cuidado del hogar, incluidas las marcas Persil, Cif y Domestos.
En un evento de la compañía, Howell escuchó al director ejecutivo de Seventh Generation, que Unilever adquirió en 2016, hablar sobre cómo todos sus productos de limpieza provienen de fuentes vegetales.
Los empleados preguntaron a Howell si todos los productos de Unilever podían hacer lo mismo. “Eso no es asequible ni sostenible”, dijo Howell, “porque no hay suficientes [recursos naturales] para hacer ese cambio”.
Howell comenzó a trabajar con su equipo para encontrar todas las fuentes de carbono de combustibles no fósiles que pudieran poner a trabajar.
El resultado es lo que Unilever llama un “arco iris de carbono”. El púrpura es para el dióxido de carbono capturado del aire o de la industria; el azul se deriva de fuentes marinas; el verde de fuentes vegetales; gris del reciclaje de plástico; y el negro de combustibles fósiles.
La tarea del equipo de Howell ahora es convertir las fábricas de Unilever para poder utilizar estas fuentes alternativas. Los u$s1.200 millones se destinarán a la investigación, la implementación y el trabajo con proveedores.
Dependiendo de la disponibilidad de recursos locales, el “color” del carbono utilizado puede variar, pero el carbono negro se eliminará en una década.
Esos productos todavía pueden venir en envases de plástico, que actualmente se derivan de combustibles fósiles y que Unilever busca limpiar en un esfuerzo separado. Pero Howell aclara que el uso de combustibles fósiles de Unilever asociado con productos químicos de limpieza es actualmente más alto que el asociado con su producción de plástico, de todos modos.