Crisis climática y elecciones, la gran oportunidad de Argentina para profundizar los cambios

En horas de cierre de alianzas políticas y a pocos días para que se definan los candidatos a presidente en la Argentina, hay un tema ausente del que nadie habla: la crisis climática.

Luego de los anuncios de retirada de Cristina Fernández, Mauricio Macri y Alberto Fernández como grandes candidatos para ocupar el sillón de Rivadavia a partir del 10 de diciembre, se postularon más de 15 precandidatos de múltiples partidos para liderar la nación.

Como ha ocurrido en la mayoría de países de la región, Argentina irá a las urnas atravesando un momento político, social y económico complejo. Con una inflación interanual que en abril se ubicó en el 108,8% y un dólar “blue” cuyo valor ha subido más del 80% frente al oficial, la gran mayoría de las familias se preocupan por sobrevivir, y el cambio climático parece ser un tema irrelevante.

Según el Panel Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), el mundo está inmerso en una década crítica para la acción climática. Solo con la infraestructura actual y el avance de los combustibles fósiles, el planeta Tierra se calentará apróximadamente 2 grados centígrados, lo que traerá graves consecuencias.

En este sentido, Argentina es uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático de la región. De acuerdo con el global Climate Risk Index de 2021, de 180 países analizados, el nuestro ocupa el puesto número 55 en exposición y vulnerabilidad a eventos climáticos. 

De hecho, el cambio climático ya le está jugando una mala pasada al país respecto al aumento de las temperaturas y la baja disponibilidad de agua que profundizan los impactos de la sequía y las desigualdades sociales.

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Por estos motivos, la crisis climática debe ser tratada como un elemento central para alcanzar los niveles de desarrollo económico, político, social y ambiental que Argentina necesita para los siguientes años. 

Lejos de ser una traba para el desarrollo, la acción climática es una oportunidad para el país que ya ha avanzado en institucionalizar el cambio climático en la gobernanza nacional a través del Gabinete Nacional de Cambio Climático y el Consejo Asesor.

Además, ha sostenido un buen ritmo de reportes y comunicación promoviendo la transparencia en el marco del Acuerdo de París, lo cual debe ser mantenido y respaldado por la acción en los territorios.

Sobre estos hechos, Argentina puede ser un actor clave en la transición energética debido a su potencial solar y eólico. De esta manera, se reduciría el uso de combustibles fósiles.

En paralelo, la movilidad eléctrica podría generar 120 mil puestos de trabajo y el país puede ser competitivo en diferentes productos como la producción de alimentos agroecológicos, manufacturas, y energía, entre otros.

Argentina es el tercer país más emisiones genera en América latina, detrás de Brasil y México. Todos pertenecen al G20 y, en este contexto, el Gobierno podría trabajar en un conjunto de ideas para liderar el cambio y aumentar la visibilización de la región en la política climática global.

Por estos, y otros motivos, las próximas elecciones deben ser clave para poner en agenda los principales temas que corresponden al cambio climático y que la ciudadania también pueda elegir a sus mejores representantes para profundizar las mejoras y descarbonizar la economía.