La alimenticia de los Perez Companc obtiene su primer “préstamo sustentable”
Mediante un acuerdo, Molinos podrá ahora acceder a incentivos atados al cumplimiento de metas y objetivos para los próximos años.
Como parte de su estrategia comercial basada en principios y valores orientados a desarrollar un negocio rentable pero que impacte de manera positiva en el medio ambiente, la principal compañía alimenticia de la Argentina acaba de obtener uno de los primeros “préstamos sustentables” de América latina.
Se trata de Molinos Río de la Plata, la compañía propiedad del Grupo Perez Companc, que genera ingresos anuales por u$s3.500 millones; emplea a 2.600 personas y lleva invertidos u$s300 millones desde el 2018.
Considerada una de las empresas alimenticias más grandes del país, posee 14 plantas industriales, igual cantidad de centros de acopio y distribución y es propietaria de tres bodegas.
Su portfolio se compone de 31 marcas de fuerte reconomiento como Arlistán; Bodega Nieto Senetiner; Blancaflor; Canale; Chamigo; Cocinero; Cruz de Malta; Chocoarroz; Don Vicente; Exquisita; Gallo; Granja del Sol; La Salteña; Lucchetti y Matarazzo, Terrabusi y Nobleza Gaucha, entre otras.
Ahora, acaba de llegar a un acuerdo con el Rabobank o Coöperatieve Centrale Raiffeisen-Boerenleenbank B.A, una una entidad financiera holandesa fundada en 1972 y de carácter multinacional que está presente en muchos países del mundo.
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Entre sus negocios se encuentran, además de la banca, el negocio de seguros, de alquileres financieros (leasing) y algunos negocios inmobiliarios.
Es considerado líder mundial en la financiación de la alimentación y la agricultura y la banca orientada a la sostenibilidad.
El grupo comprende 89 Rabobanks holandeses locales (2019), una organización central (Rabobank Nederland) y varias oficinas internacionales especializadas y subsidiarias.
En el caso de Molinos, el convenio le permite al banco holandés calificar la actual línea de préstamos de mediano plazo de la alimenticia de los Perez Companc como el primer financiamiento sustentable de la compañía y uno de los primeros de este tipo en Latinoamérica.
Se trata de un financiamiento sustentable por u$s50 millones y a seis años que le permitirá a Molinos acceder a incentivos atados al cumplimiento de metas y objetivos para los próximos años vinculados a sustentabilidad.
Ocurre que los préstamos sustentables ESG (Environmental, Social, and Governance; en español: ambiental, social y gobierno corporativo) son aquellos que le permiten a una organización captar recursos para sus actividades, en base a criterios no solo financieros sino también ambientales, sociales y de gobierno corporativo.
De hecho, un reciente informe de la consultora Accenture señala que este tipo de financiamiento podría formar hasta el 30% de la cartera total de los bancos en los próximos años y seguirán creciendo por la colocación de capital público en iniciativas y oportunidades de negocio medioambientales y sociales.
En el caso de Molinos, la agenda de la compañía en este sentido se basa en continuar la mejora del perfil nutricional de sus productos; la gestión de sistemas de certificación de seguridad alimentaria de nivel internacional; la continua mejora hacia más packs sustentables; la gestión de residuos y un menor desperdicio de alimentos.
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Estos indicadores están alineados y contribuyen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la de las Naciones Unidas.
Al respecto, Agustín Llanos, CEO de Molinos, explicó que la empresa “busca ser cada vez más sustentable, apoyada en nuestro propósito de alentar a los argentinos a comer mejor. Este hito es reflejo de un camino que estamos construyendo como compañía con el foco en hacer las cosas bien, cada vez mejor”.
Acelerar la transformación
En ese contexto y de manera adicional a la obtención de este crédito sustentable, la gestión de los procesos de mejora del impacto de su producción en el medio ambiente para este año identifica como objetivos los de afianzar el llamado Comité de Sustentabilidad; encarar un plan de sensibilización y concientización en sustentabilidad; identificar prioridades en la matriz de materialidad; desarrollar indicadores de auditoría continua, y automatización de procesos internos.
También buscará acelerar su transformación digital; innovar en soluciones financieras y eficiencia operativa e impulsar cultura de Compliance.
La estrategia de Molinos suma la necesidad de crear el comité experto para la implementación de la ley de etiquetado frontal; ampliar el portfolio de alimentos con calorías controladas; reducir las grasas totales y sodio en las milanesas Granja del Sol; sumar nuevas categorías SIN TACC; comenzar el desarrollo de alimentos plant based, análogos de carne y de nuevas categorías fuente de proteínas como arroz proteico y pasta proteica.
A esto le agrega avanzar con el Programa Residuos Cero; trabajar en el reúso de materiales de embalaje; migración hacia envases más livianos y aplicación de mejoras a nivel logístico (optimizaciones de palletizados).
Todos procedimientos que forman parte del objetivo de Molinos para medir y gestionar la huella ambiental de sus operaciones para poder evaluar el comportamiento e impacto ambiental real de la organización y actuar en consecuencia, trabajando para minimizarlo, y reflejar los resultados de todo lo que encare en materia de economía circular y mejora continua, en eficiencia logística y en los impactos ambientales del empaque.
Como antecedente, en el 2020 la compañía midió la Huella de Carbono de algunos productos, comenzando por las pastas, con la idea de continuar analizando la huella de otros productos del mismo negocio.
En tanto en el 2021 llevó adelante reuniones interdisciplinarias que incluyeron la participación de directores, gerentes, jefes, analistas y jóvenes profesionales.