Más de 30 municipios se comprometieron a implementar medidas contra el cambio climático con foco en energía y transporte
Los 33 municipios que están ejecutando su PLAC están comprometidos a reducir las emisiones en al menos un 18% respecto a sus emisiones para el 2030.
La República Argentina, habiendo firmado y ratificado el Acuerdo de París, estableció una Contribución Nacional Determinada (NDC por sus siglas en inglés). En la misma, se compromete a no emitir en el año 2030 más de 483 millones de toneladas de CO2.
Esto equivale a reducir el 18% de las emisiones proyectadas en un escenario de referencia. Dicho escenario es una estimación que representa condiciones hipotéticas en el caso de no desarrollar acciones de mitigación. Los objetivos suelen vincularse a las operaciones regulares (Business-as-usual, BAU).
Los 33 municipios que están ejecutando su PLAC, alineados con la NDC, están comprometidos a reducir las emisiones en al menos un 18% respecto a sus emisiones proyectadas para el 2030. Eso significa evitar la emisión de 2.142.592,09 toneladas de CO2 en diez años. El resto de los gobiernos locales adheridos se encuentran en etapas de evaluación y diseño de su PLAC, con el mismo escenario.
Para dimensionar el impacto: las 2.142.592,09 toneladas de CO2 que se evitarán son equivalentes a las emisiones que se generan en Argentina para producir 7.214.114 MWh de energía en un año. Esta cantidad de energía eléctrica es la que consumen anualmente 1.603.137 hogares promedio del país.
El gráfico expresa la cantidad de emisiones que evitará cada localidad. El aporte de emisiones, representado en toneladas de dióxido de carbono equivalente, se deben, principalmente, a variaciones del nivel geopolítico, como: cantidad de habitantes, principales actividades económicas, desarrollo de políticas públicas.
Tal como detalla el sitio Energía Estratégica, por la extensión territorial que abarca la RAMCC, se contempla una amplia diversidad de realidades geográficas y sociopolíticas. Son parte de la Red ciudades de más de un millón de habitantes como pequeñas localidades del país, ubicadas en diferentes regiones. Esta amplitud impulsa a trabajar de forma articulada y estratégica, tomando una variedad heterogénea de temas ambientales.
Un PLAC es un documento técnico que funciona como herramienta de gestión mediante la cual se establecen las directrices de las decisiones políticas que se implementarán en el municipio hasta el año 2030. Está constituido por dos grandes pilares: una estrategia de mitigación de gases de efecto invernadero y una estrategia de adaptación al cambio climático.
Su elaboración se desarrolla bajo la metodología propuesta por el Pacto de Alcaldes por el Clima y la Energía (GCoM) y, una vez concluido, se reporta a la plataforma CDP siguiendo con el Marco Común de Reporte.
Al cumplir con este requisito, garantiza la solidez de las fases de planificación, ejecución y supervisión de las medidas de acción climática, así como tambíen la optimización de los procedimientos de medición e información. Esto permite la adición y comparación de datos a escala global.
La estrategia de mitigación comienza con un diagnóstico de las emisiones del municipio que posibilita determinar una serie de acciones orientadas, principalmente, a los sectores que se detecten como mayores emisores de Gases de Efecto Invernadero (GEIs). En este marco, cada municipio establece qué acciones implementará al 2030 y se procede a realizar el cálculo analítico de la reducción de emisiones asociada a cada acción. Estas acciones se enmarcan dentro de tres sectores: Energía, Transporte y Residuos.
La estrategia de adaptación al cambio climático parte de un análisis de los riesgos de la comunidad a los cambios en las variables climáticas y las proyecciones a largo plazo para la región.
En base al análisis de los posibles impactos y teniendo en cuenta las características de la ciudad y/o región, se definen las medidas que permitan atenuar los daños o incluso beneficiarse de las oportunidades asociadas al cambio climático.
Cada PLAC es singular. Las acciones definidas por cada estrategia son diseñadas y desarrolladas en relación a las necesidades que presenta la estructura geográfica, social y política de cada municipio.
Como herramienta de gestión debe ser monitoreada y verificada periódicamente de forma tal de conocer el grado de avance en las acciones y las brechas que restan por saldar.
A medida que avanza, pueden y deben ser reformulados durante el proceso de implementación para ir incorporando modificaciones que reflejen la dinámica municipal sin perder de vista los objetivos planteados y en todo caso, hacerlos más ambiciosos.
Se espera, entonces, que los Planes de Acción Climática se constituyan como un hito de mejora continua en el proceso de planificación de la gestión municipal.
Una vez diseñado el PLAC es imprescindible disponer de los medios económicos para su implementación. Al trabajar en red, se impulsan proyectos colectivos de financiamiento con objetivos comunes.
Desde la Secretaría de la RAMCC se llevan adelante capacitaciones sobre armado de proyectos y financiamiento climático y proyectos colectivos con municipios que diseñaron su PLAC para, luego, presentar a posibles financiadores nacionales e internacionales.