Basura convertida en combustible: a 0,75 dólares el litro
Una experiencia en México lo comenzó a vender galosina ecológica como “aditivo para su consumo” en algunas estaciones de servicio.
Ingenieros mexicanos comenzaron a producir gasolina con desechos plásticos reciclados de basurales. Una iniciativa de bajo costo comercial y que reduce el impacto ambiental.
Años de investigación rindieron sus frutos: una pareja de mexicanos logró producir nafta a partir de desechos plásticos a un costo de unos 0,75 dólares el litro.
¿Cómo surgió la idea? Eduardo Sahagún Ceniceros y Angélica Castañeda —ingenieros de profesión— comenzaron a pensar una alternativa a los continuos aumentos que experimentaba la gasolina. En ese contexto, en 2016 comenzaron a desarrollar un proyecto a partir de la utilización de
desechos plásticos de un solo uso que no pueden incluirse en la cadena de reciclaje convencional por contaminación con algún agroquímico u otro hidrocarburo.
El prototipo que, con el tiempo, empezó a efectivizarse fue sometido a pruebas para alcanzar los estándares de calidad que exige la Norma Oficial Mexicana NOM-016-CRE que versa sobre la calidad de los petroquímicos.
En la actualidad, el proyecto para la generación de nafta a partir de desechos está en plena producción y se encuentra operando en dos Estados mexicanos, entre ellos Jalisco.
De plástico a combustible
Según los investigadores, los plásticos reciclados de basurales que utilizan para producir nafta son polipropileno, polietileno y poliestireno, residuos que necesitan un manejo especial.
En este sentido, los materiales —manipulados sólo por personas que usan medidas extremas de seguridad— pasan por un proceso de triple lavado, en caso de que hayan tenido contacto con agroquímicos.
Con la brújula puesta en la expansión de esta iniciativa sustentable se prevé la apertura —durante este año—, de una planta en Jalisco con una capacidad de obtención estimada en 10 mil litros diarios de combustible.
Pero ¿cuáles son las ventajas de este combustible comparado con el de uso tradicional?
– Reducción del impacto ambiental
– Comercialización a bajo costo
– Utilización de recursos renovables
– Generación de nuevas de fuentes de empleo
Según explicaron los investigadores por cada kilo de basura plástica se obtiene un litro de combustible y de ese litro el 20% es gasolina y el 80% es diésel.
A pesar de haber obtenido las certificaciones correspondientes para desarrollar el combustible, uno de los mayores obstáculos a los que se tuvieron que enfrentar fue la desconfianza de la gente.
La fórmula no era fácil de digerir: combustible obtenido con plástico reciclado de basurales, una utopía para aquellos que miran con recelo el líquido que echan en los tanques para hacer rodar sus vehículos.
Sin embargo, el tiempo jugó de parte de los ingenieros: en la actualidad cuentan con una buena distribución de gasolina en varias empresas que lo comercializan como “aditivo para su consumo”, dado que las normas mexicanas estipulan que la nafta y el diésel “son derivados de la destilación de crudo”.
Sin embargo, los combustibles obtenidos a partir de los desechos plásticos pueden ser utilizados en cualquier vehículo: autos pequeños, de lujo, utilitarios y camiones para transporte, entre otros.
Este o es el primer intento en convertir residuos en gasolina ecológica. También otros emprenedores lo comenzaron a experimentar, como el caso de Waste-to-energy -basura para energía, en español-, en Oslo, Noruega.