Argentina consolida su liderazgo en la región y alcanza un nuevo récord de Empresas B
Con 54 nuevas certificaciones y 68 recertificaciones durante el año, el país se posiciona como el noveno a nivel mundial y el segundo en América Latina.
Argentina cerró 2025 con la incorporación de 54 nuevas Empresas B Certificadas, un crecimiento que eleva a 280 el total de compañías que integran la Comunidad B en el país. Con este resultado, el país se ubica como el noveno a nivel global y el segundo en América Latina en cantidad de organizaciones con esta certificación.
En conjunto, las Empresas B argentinas emplean a más de 44.000 personas, generan ingresos anuales por US$ 5.175 millones, participan en 30 sectores económicos y tienen origen en 15 provincias. La mayor concentración se registra en la Ciudad de Buenos Aires (110 empresas), la provincia de Buenos Aires (91), Córdoba (19) y Mendoza (17).
Este fue el segundo año con más certificaciones desde la creación de Sistema B en 2012, solo por detrás de 2022, cuando se sumaron 57 empresas. Entre las nuevas organizaciones certificadas se destacan La Anónima -la mayor Empresa B de capitales argentinos-, McCain Argentina, The Food Market, Urbano Express, COELSA, Green Armor, Bagués, Meraki, Alamesa y Calm, entre otras.
Además, 68 compañías renovaron su certificación durante 2025, lo que consolida una tasa de permanencia del 94% dentro del Movimiento B. “Esto demuestra que la certificación es una herramienta valiosa. Ser parte de una comunidad con valores compartidos es uno de los aspectos más valorados por los líderes de las Empresas B”, afirmó Marina Arias, directora ejecutiva de Sistema B Argentina.
En ese marco, Sistema B Argentina impulsó a lo largo del año 30 encuentros de networking, promovió más de 500 vinculaciones comerciales entre empresas certificadas y gestionó más de 70 beneficios económicos para las organizaciones de la comunidad.
La Comunidad B reúne una amplia diversidad de actores: desde proyectos unipersonales y PyMEs regionales hasta grandes empresas multinacionales, tanto de productos como de servicios. “Esa diversidad favorece la articulación entre organizaciones y permite escalar el impacto, impulsando negocios que generan valor real y aportan soluciones a los principales desafíos globales”, agregó Arias.
El fortalecimiento del ecosistema de impacto también se refleja en el creciente interés por medir y gestionar el desempeño social y ambiental. Durante 2025, 580 empresas argentinas comenzaron a evaluar su impacto a través de la Evaluación de Impacto B. En total, 9.000 organizaciones utilizan esta herramienta en el país y 320.000 a nivel global. La evaluación es gratuita, online y confidencial, y se encuentra disponible en el sitio web de Sistema B.
“Muchas empresas utilizan la Evaluación de Impacto B como paso previo a la certificación, pero también como una herramienta de gestión integral. Es única por su capacidad de analizar una organización de manera completa, adaptándose a su industria, tamaño y mercado”, explicó Arias. “Que cada año más empresas revisen su gobernanza, transparencia e impacto socioambiental confirma que no se trata de una moda, sino de una visión estratégica cada vez más presente en la agenda empresarial”.
Durante 2025, Sistema B también profundizó su articulación con otros actores clave, concretando 20 alianzas orientadas a promover el triple impacto en el ámbito empresarial. Entre ellas se destacan el Programa de Aceleración B, desarrollado junto a la Agencia de Desarrollo Económico de Río Negro, que permitió a 25 PyMEs iniciar la medición de su impacto y avanzar hacia la certificación, y el trabajo conjunto con la Secretaría de MiPyMEs del Ministerio de Economía de la Nación, que alcanzó a 300 emprendedores con formación y contenidos sobre negocios de impacto.
El Movimiento B en el mundo
A nivel global, el año estuvo marcado por un hito clave: B Lab, la organización responsable de otorgar la Certificación de Empresa B a nivel mundial, presentó los nuevos estándares que comenzarán a regir en 2026. Estos criterios introducen la gestión integral del impacto como un requisito indispensable para acceder a la certificación, con umbrales mínimos establecidos en siete Temas de Impacto.
Esta actualización representa la evolución más significativa del modelo desde su creación, hace 20 años, y refleja el crecimiento y la madurez alcanzados por el Movimiento B. En 2025, se superó la marca de las 10.000 Empresas B a nivel global, lo que refuerza la necesidad de que la certificación continúe consolidándose como una referencia para el sector privado en un contexto cada vez más complejo y exigente.
El año cerró con un total de 10.409 Empresas B distribuidas en 103 países, pertenecientes a 163 industrias y generadoras de 1.048.380 puestos de trabajo en todo el mundo.
“Venimos creciendo de manera sostenida desde hace más de una década, incluso en escenarios globales cambiantes. Hoy está claro que no se trata de un nicho ni de una moda pasajera, sino de un entramado productivo real”, señaló Marina Arias. “Cada vez más líderes apuestan por modelos de negocio sostenibles porque están convencidos de que es el único camino posible y lo entienden como una decisión estratégica de largo plazo. Desde Sistema B vamos a seguir acompañándolos en este proceso”, concluyó.
