Argentina, bajo alerta por un fenómeno geomagnético que podría afectar satélites, redes y sistemas GPS
La NASA advirtió que esta anomalía no se veía en décadas y vuelve a intensificarse sobre el sur del Atlántico.
Argentina podría enfrentar interrupciones en las redes de telecomunicaciones, fallas en satélites y alteraciones en el sistema de posicionamiento global (GPS) debido al fortalecimiento de un fenómeno geomagnético en la región conocida como “Anomalía Magnética del Atlántico Sur” (AMAS), según advierten especialistas internacionales.

De acuerdo con la NASA y diversas fuentes de divulgación científica, este episodio -descrito por algunos medios como el regreso de un fenómeno observado hace 70 años- requiere un monitoreo constante por su potencial impacto sobre la infraestructura tecnológica crítica.
Un fenómeno en expansión sobre Sudamérica
La Anomalía Magnética del Atlántico Sur es una zona donde el campo magnético terrestre presenta un debilitamiento relativo. Se extiende sobre parte del Atlántico Sur y abarca también áreas de Sudamérica. Aunque se conoce desde mediados del siglo XX, su intensificación y desplazamiento progresivo se convirtieron en objeto de estudios recientes.
El fenómeno se origina por las dinámicas internas del planeta, en particular los movimientos del material fundido dentro del núcleo terrestre, que generan fluctuaciones en la intensidad del campo magnético global.
En las regiones donde ese campo es más débil -como en la AMAS- las partículas cargadas provenientes del espacio, como el viento solar o los rayos cósmicos, logran penetrar más profundamente en la atmósfera, lo que puede afectar sistemas eléctricos y electrónicos sensibles.
Durante los últimos años, el área de influencia de la anomalía se expandió y desplazó hacia el oeste, alcanzando zonas continentales e impactando directamente sobre países como Brasil, Bolivia, Paraguay y Argentina, este último considerado el más expuesto de la región.
Si bien algunos informes hablan del “regreso del fenómeno” después de siete décadas, los científicos aclaran que la anomalía nunca desapareció, sino que varió en intensidad y posición a lo largo del tiempo. Su actual expansión sobre el territorio argentino es lo que genera preocupación por los posibles efectos tecnológicos.

Riesgos potenciales y medidas de prevención
Los especialistas coinciden en que las consecuencias más probables se concentrarán en los sistemas tecnológicos e infraestructurales más sensibles, entre ellos:
- Telecomunicaciones: la menor protección magnética puede provocar interferencias en enlaces satelitales y perturbaciones en redes móviles.
- Satélites y hardware espacial: las naves que atraviesan la región experimentan mayor exposición a radiación, lo que eleva el riesgo de fallas electrónicas, pérdida de datos o reducción de vida útil.
- GPS y navegación: la precisión del posicionamiento satelital puede degradarse o volverse irregular, afectando operaciones de transporte, logística y navegación aérea o marítima.
Científicos y agencias espaciales mantienen una vigilancia activa del fenómeno, mientras organismos internacionales recomiendan fortalecer los protocolos de protección y mitigación de riesgos electromagnéticos en infraestructuras críticas.














